La Policía Local de València ha cursado 176 denuncias a comisiones falleras durante el periodo comprendido entre el 1 y el 19 de marzo por presuntas infracciones del Bando Municipal. Con la particularidad de que casi el ochenta por ciento de las mismas se concentran en seis comisiones. Esto es lo que se extrae del registro de informes de los funcionarios municipales y corresponde a una pregunta formulada, en ese sentido, por el Partido Popular.
El repaso al listado de las mismas permite extraer varias conclusiones. Por ejemplo, que la principal causa de queja es el uso de pirotecnia fuera del horario -modificado este año-, así como el consumo de alcohol, instalación de mesas en la calle, ruidos, ejercer la venta ambulante sin autorización, ocupar la calle más de lo debido , excederse en el ruido de las verbenas e instalar megafonías.
Hay que puntualizar, en este caso, que una cosa es la denuncia y otra es la depuración de la autoría del mismo, especialmente en lo tocante al uso indebido de la pirotecnia o en denuncias tan curiosas como una de las formuladas a la falla Convento Jerusalén sobre «satisfacer las necesidades fisiológicas en la vía pública u otros lugares no habilitados» cuando, evidentemente, la comisión dispone de sus propios baños en el casal. Ni siquiera la denuncia es garantía de veredicto de culpabilidad.
No existe un patrón sobre las comisiones denunciadas más allá de incluir zonas céntricas en una parte de los mismos. La comisión más denunciada es San Miguel-Vicente Iborra con un monográfico sobre la «venta ambulante sin autorización». Muy cerca, la falla Bolsería se lleva quince, pero más variadas: desde instalación de terrazas y no retirarlas en tiempo y forma a excederse en la ocupación de la vía pública, uso de pirotecnia o empleo de amplificadores.
Curiosamente, el debate sobre la «zona cero» de Ciutat Vella se salda con muy pocas denuncias: tan pocas como las dos que ha recibido el Mercado Central, pero por exceder los niveles de sonoridad, algo por lo que también se denuncia a la vecina falla de la Merced. Esos niveles excesivos de ruido son motivo de denuncia también en otras fallas como Maestro Gozalbo, En Sendra, Dama de Elche o Doctor Serrano-Carlos Cervera.
En el caso de Monteolivete, la segunda más denunciada con un total de 38 actuaciones, hay un verdadero muestrario. Desde la venta de bebidas alcohólicas fuera del horario establecido al empleo aparentemente indebido de pirotecnia, dañar bienes inmuebles municipales y hasta «consumir o tener ilícitamente drogas, estupefacientes o psicotrópicos» sin especificar quien ni donde lo hacía. El caso de la Nova d'Orriols es casi un monográfico sobre el incumplimiento de la normativa de pirotecnia.
Ninguna verbena fuera de hora
Si algo temen las comisiones es a excederse en el horario de la verbena de turno (acabar más tarde de las cuatro de la madrugada), que alguien denuncie y que la Policía Local les pille "con el carrito del helado". Puesto que esto implica un año de sanción sin poder instalar escenario y música en la calle. Ninguna comisión sufre esta situación.
Así mismo, no consta ninguna denuncia por falta de limpieza en lo tocante a la recogida que debían hacer las comisiones.
Buena parte de las denuncias se formulan en bandas horarias determinadas, especialmente en horario nocturno. Y llama la atención de que hay bastantes que se producen de forma simultánea y por partida doble. Por ejemplo, Exposición-Micer Mascó recibe varias veces las denuncias a pares y a la vez: instalación de mesas y sillas sin autorización y exceder en la ocupación.
