Intenciones y repetir el mensaje hasta la extenuación. Y así continuará mientras el panorama no cambie. El de los artistas falleros. Porque la entrega de los recordatorios a los ganadores de primeros premios se ha convertido, en los últimos años, en un discurso monocorde que pide la solución a un problema: que la profesión ya no sale rentable. Lo dijo el maestro mayor, José Ramón Espuig, pero centrándose especialmente en sus propios colegas. «No podemos quedarnos llorando. Está en nuestras manos hacer rentable este oficio y que podamos tanto disfrutar de nuestro trabajo como intentar vivir mejor. Porque la vida se va deprisa». Eso sí, a las instituciones les pidió «ayuda y apoyo y que estén orgullosos de esta fiesta». Pero su remate volvió a ser emocional al pedir «alegría de vivir. Regresar del trabajo feliz y no convertir nuestra vida en una lucha por no cerrar».

Hasta la presentadora, Lucía Andrés (ella hacía de fallera y Paco Pellicer de artista, las dos patas esenciales de la fiesta, en el atril) convirtió su intervención en un acto institucional en un mensaje al reclamar a la clase política «voluntad, y no lo de siempre» a la vez que reivindicaba que «los falleros no somos azules, ni rojos, ni naranjas, ni berenjenas ni brócolis», cubriendo así todo el teórico arco iris municipal del futuro.

Fuset habla de su continuidad

El último mensaje, «in absentia», fue el del concejal Pere Fuset quien, desde la cama de su casa, mandó un texto con miga. Incidió en que, «aunque si tomamos como referencia el ejercicio anterior, se han mejorado los mínimos y ha habido un aumento del presupuesto destinado a la falla, el mayor en la última década. Pero no basta. No podemos permanecer de brazos cruzados o compadeciéndonos. Hay que lograr nuevos acuerdos que recojan las reivindicaciones y que sirvan de límite y regulación del sector».

Pero lo remató con un aviso entre líneas a los aspirantes a ocupar su puesto, tanto los que están ahora en la oposición como en el equipo de gobierno o, quien sabe, si también de su propio partido. En el sentido de reivindicar su deseo de continuar al frente: «es mi deseo que en el próximo ejercicio fallero todos los agentes que componen nuestra fiesta nos reunamos para establecer cuáles han de ser las líneas de actuación para garantizar la protección de un sector crucial como es el de los artistas falleros». O es un intento de dar un golpe en la mesa o simple estrategia.