Las presidentas de falla alcanzan un máximo histórico en las Fallas de 2020 al alcanzar el 17,04 por ciento del censo, para un total de 65 de las 382 máximas dirigentes de las comisiones. Se trata de la subida más sensible de los últimos años, puesto que el camino hacia la paridad se ha ido moviendo siembre en aumentos casi constantes (con algún descenso ocasional), pero de décimas. En este ejercicio, sin embargo, supone una subida de más de un cinco por ciento respecto al elenco de 2019. Es, además, algo que se iba intuyendo prácticamente desde los primeros días de marzo, cuando las comisiones empezaban a anunciar sus nuevos titulares y la presencia femenina daba la sensación de ser mayor de lo habitual. Lo que hasta ahora eran sensaciones se confirma ahora con la finalización del plazo legal para que cada comisión inscriba a su presidente (condición indispensable para seguir funcionando como falla).

Fuset: «Voluntad de avanzar»

Conocedor de su persecución de la paridad, el edil Pere Fuset mostraba como valoración un optimismo moderado. «Aún siendo el mayor aumento de la historia en solo año demuestra que la reflexión sobre la igualdad en las fallas no solo es necesaria como en cualquier otro ámbito si no que también da frutos. La aceleración de la tendencia confirma la voluntad de la base fallera por avanzar junto el resto de la sociedad para romper techos invisibles, y desmontar con los datos en la mano, aquello tan antiguo de que en las fallas la mujer reina pero no gobierna».

Otro aspecto que ha llamado la atención es la profusión de juntas gestoras, en el que la responsabilidad de la comisión se diluye, al menos de puertas para adentro, en más de una persona. Se trata de una condición ficticia a efectos externos, puesto que la responsabilidad ante los estamentos oficiales sigue corriendo a cargo de una única persona que, como representante de las demás, debe aparecer como «presidente» de facto. Por contra, esta fórmula sí que permite repartir el trabajo en la comisión. Estas presidencias se mueven entre dos y cuatro componentes, aunque llegan a las ocho personas.