"No es lo mismo una persona que ha trabajado por la fiesta durante toda su vida que un político que no ha gestionado las fiestas desde la base". Con esta idea, Santiago Ballester ha defendido su condición de "independiente" en las listas del Partido Popular para la gestión de Cultura Festiva, una fórmula original con la que María José Catalá ha pretendido poner una concejalía tan sensible como carismática en una persona que no es del partido. Y eso es lo que trataron de explicar ambos en el acto público ante angetes festivo0s. En esta ocasión, en el casal de Espartero-Ramón y Cajal y con una fórmula diferente. Ni el "a propósit" socialista, ni la fórmula de la mesa de Ciudadanos. En este caso, disertación de pie, rodeado de elementos de todo tipo de fiestas y con un vídeo de apoyo.

Los programas de fiestas, como los de todos los ámbitos de política muncipal, suelen coincidir en cuestiones. En el caso del PP se aportaron tres datos especialmente originales. La presencia de María José Catalá en las asambleas de presidentes "y no para ir el primer día y ya está, sino con frecuencia"; la creación de un plan de pedagogía fallera en los colegios, que impartirían falleras que sean o hayan sido de la corte de honor "porque están sobradamente preparadas" y, desmarcándose de la tónica habitual, trasladar el proyectado museo fallero no al edificio de Monteolivete sino "a un espacio céntrico", donde habría una falla permanente y un taller real también permanente. En la Semana Santa propondrá una "Nit de l'Alba" para la medianoche del Sábado de Gloria al Domingo de Resurrección.

Catalá, que llegó en el tramo final (venía del debate de LevanteTV) se alegró de "haber elegido una persona sobradamente preparada y que sabe lo que hay que hacer" y prometió que el ayuntamiento "acompañará a las fiestas y las respetará".