Era Mari Carmen Villate Sáinz de Leciñena. Pero en el mundo de las fallas ha sido "La Vasca". Ayer dejó un vacío enorme en la comisión de Duque de Gaeta-Pobla de Farnals. Y, siendo ésta una comisión mediática, cuyos componentes más señalados se convierten en personajes conocidos en la fiesta, no es de extrañar que no hayan sido pocos los que han mostrado su consternación por su desaparición, tras tres años de enfermedad.

"¿Sabes lo que es ser todo en una falla, la que siempre está, la que siempre ayuda, la que menos duerme?. Pues Mari Carmen era todo eso" señalaba ayer, visiblemente afectado, su presidente, Marcos Soriano. Para quien "La Vasca" fue una de sus directivas de cabecera. En la actualidad, algo mermada físicamente, no dejaba de aportar y era la delegada de Obra Social.

"La Vasca" porque era el origen familiar. Se nota en los apellidos, aunque ella era burgalesa de nacimiento. Llegó pronto a València y se enamoró de las Fallas. Tanto, que estuvo cerca de ser presidenta de falla, en una época en la que apenas cuatro o cinco falleras mandaban en las comisiones. Estuvo a punto de lograrlo en su primera comisión, el Barrio de San Isidro. Y fue también la primera candidata a concejala de fiestas. No habría salido porque estaba muy lejos en las listas del Centro Democrático y Social, pero resulta curioso recordar sus palabras, cuando Levante-EMV empezó a hacerse eco especial delos aspirantes a edil de fiestas. Palabras que, pronunciadas en 1991 (cuando, por ejemplo, Pere Fuset y Pilar Bernabé eran niños) suenan a muy próximas: "Entre mis principales objetivos están los propios falleros, no ya en si la la directiva. Fomentar la participación del fallero de a pie y motivarle. Deben facilitarse más subvenciones a las fallas". A la vez que reclamaba "un nuevo edificio para la Junta Central Fallera". Aun no existía Monteolivete. Fue fallera mayor a mediados de los ochenta en San Isidro y repitió, con la ilusión de la mujer madura, en 2009, en Duque de Gaeta.

Varios años fue jefa de pabellón en la Fira, tanto en Aiora como en los Jardines del Palau. Marcos Soriano recuerda que "era tan profesional que es la única que he conocido a quien los sectores que celebraban preselección le regalaban flores. Cuando acababa el acto, cuando se iba todo el mundo, ella cogía el cepillo de mano y limpiaba la moqueta".

En este diario se le recuerda cuando, año tras año, a media tarde del 19 de marzo, echaba una mano para organizar la foto de la comisión en su conjunto, para celebrar ese premio "Falla del Año" que, con sempiterna cadencia, consigue la Falla del Duc en justo reconocimiento a la calidad de sus actividades.

"Se ha llevado una maleta cargada con todo nuestro cariño, respeto y amor. Eso siempre le ha hecho muy feliz y hoy lo mostrará con orgullo en su reencuentro con tantos seres queridos y amigos que ya la esperaban con impaciencia. Seguro que ya estará organizándolos a todos. Aquí nos deja mucha tristeza pero algo muy importante, su recuerdo para siempre" escribía también Marcos Soriano en la red social de su comisión. Ahora descansará junto a su madre.

La despedida se hace desde el jueves a las 17 horas en el Tanatorio Memora de Vara de Quart y la misa será el viernes a las 16 horas, siendo enterrada una hora después en el Cementerio General.