Los artistas falleros, casi de forma unánime, aplauden y apoyan el pacto tácito firmado por ocho de los profesionales de la Sección Especial para autolimitar las dimensiones de sus fallas en 2020 a 14 metros de altura. En lo que se considera un primer paso para extender esta racionalización a todas las categorías. Algo que no llegará este año pero que es lo que ellos mismos consideran un paso si no para arreglar la situación de crisis endémica del sector, sí para aliviarla.
Ayer terminaron de materializarse unos acontecimientos que llevan fraguándose desde hace semanas y en los que han intervenido todo tipo de agentes de la fiesta. Desde la Interagrupación al Gremio de Artistas, pasando por las propias comisiones de la máxima categoría y que también se extiende, por ejemplo, a las de Primera A (ayer iniciaban los contactos para tratar de establecer su límite en 11 metros). Se cree que bajar las dimensiones (las que tengan que bajarla), sin ser la solución a sus problemas, sí que permite que el dinero que pagan las comisiones se quede más en el taller y no vayan a almacenaje, transporte o grúa.
Y aunque no han conseguido la unanimidad de todos (ocho de nueve: Vicente Martínez, Pere Baenas, Vicente Llácer, Manuel Algarra, Sergio Musoles, Carlos Carsí, David Sánchez y Mario Gual), han considerado que era el momento del "ahora o nunca". «Después de años de reuniones e intentos de acuerdo infructuosos, en esta ocasión, convocados por la federación de gremios de artistas falleros, ocho de los nueve artistas de especial reunidos acordamos que la medida idónea de una falla especial son 14 metros, tomando como referencia la última falla ganadora. No hace falta más para ganar».
«Nos satisface ver que ocho artistas nos hemos puesto de acuerdo en romper una lanza por el futuro de nuestra actividad. La decisión está meditada, estudiada y consensuada por profesionales con dilatada trayectoria, esperando que sirva de punto de partida.» concluyen.
Pero hacía falta el refrendo de quien paga: las comisiones. Y también lo tienen porque son arte y parte en la negociación. «La decisión adoptada ha sido valorada y estudiada en profundidad y por tanto no asumida de forma baladí. Reunidos con los artistas hemos entendido que no se intenta ninguna otra circunstancia que no sea preservar y garantizar el presente y futuro de la profesión de artesano fallero, que atraviesa en los últimos tiempos circunstancias particulares.»
Siendo las comisiones que, durante décadas, más han apostado por la falla, descartan cualquier crítica ?que si han llegado no ha sido precisamente ni por el sector de artistas ni por ellos mismos; es decir, ni por los que pagan la falla ni por los que la materializan?. «Lo último que pretendemos con dicha postura es perjudicar la monumentalidad de las fallas» por lo que solicitan «respeto hacia la postura que cada comisión pueda tomar». Tanto adherirse como no adherirse, que es lo que ha hecho la comisión del Pilar después que su artista asegurada en las reuniones previas que no limitaría su falla porque ésta ya estaba iniciada. Las ocho comisiones
« No podemos ser ajenos a la realidad que nos rodea por eso nos sentimos más tranquilos con nosotros mismos por creer que hemos puesto nuestro granito de arena», concluyen los representantes de Antiga de Campanar, Cuba-Literato Azorín, Convento Jerusalén, Na Jordana, Exposición, Sueca-Literato Azorín, Almirante Cadarso y Reino de València-Duque de Calabria.
El ejemplo de Convento 2001
De todas las valoraciones de los artistas, seguramente la más valiosa fue la que hizo Paco López Albert que, a través de redes sociales, mostraba su falla plantada en 2001, una de las más reputadas del Siglo XXI. «Fue el primer premio de la sección especial en el año 2001. Con apenas 14 metros de altura se convirtió en uno de mis mejores trabajos por encima de otras de muchísimo más tamaño. Por este proyecto se pagó el doble de lo que se está pagando actualmente en la Sección Especial. Pongo este ejemplo por el debate que se ha generado».
Otros profesionales se han referido al tema, como Eva Cuerva: «Para los que estén pensando en rasgarse las vestiduras, que saquen el metro y vean primero qué son realmente 14 metros». O Luis Enguídanos: «La gente no se da cuenta de que 14 metros son muchos, muchos, metros». Desde Colombia, a donde ha emigrado, Toni Fornes lo consideraba como «una primera piedra". El portavoz del Gremio de Artistas, Ximo Esteve, decía que ·"Tras años de gritar, otros decían "llorar", se está tomando el serio la crisis del oficio. Esperemos que la tendencia se cumpla y los entes de la fiesta, JCF y Ayuntamiento, tomen nota y actúen en consonancia con el acuerdo».
