La fiesta fallera no gana para malas noticias. Porque mala noticia es cuando se produce un hecho triste que llega cuando no debería haber llegado. No es de extrañar, por ello, la conmoción que ha supuesto en una comisión, en un barrio y en determinados grupos humanos la desaparición, tras cuatro años de enfermedad, de Teresa González Madrid, una joven componente (apenas 36 años) de la comisión de Industria-Santos Justo y Pastor, de la que fue fallera mayor en los años 2008 y 2015.

Procedente de una estirpe fallera que comanda su hermana Ana, una de las grandes artistas del "play back" fallero, ganadora numerosas veces de los premios del concurso oficial. María Teresa que había sido fallera mayor hace ahora once años, regresó para compartir el reinado con la hija de Ana, su sobrina Celia Guerras y pudo ver cómo, pocos meses después, pasaba a formar parte de la corte infantil de 2016, la de Sofía Soler. Precisamente, las familias de las trece jóvenes han sido de las primeras en acompañar a la familia. No en vano, Teresa también quiso ser testigo de las experiencias tan especiales que vivía su sobrina en lo más alto de la fiesta.

Un nuevo mazazo para el sector Camins al Grau, que días atrás también perdía a Mari Carmen Gómez, fallera de Pintor Maella-Avenida Francia y esposa del artista Miguel Santaeulalia. Justamente en vísperas de que, el domingo 14, las comisiones se reúnan para celebrar la preselección a fallera mayor.

Teresa está en el Tanatorio de Serrería, muy cerca de su falla, y la misa será a las 15 horas.