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Quiero ser fallera mayor de València

La vicesecretaria de la falla que recuerda su Venezuela natal con un lazo tricolor

Virginia Pérez Soto | Falla Oltà-Juan Ramón Jiménez (Quatre Carreres)

La vicesecretaria de la falla que recuerda su Venezuela natal con un lazo tricolor

Un pequeño lazo tricolor en la banda es su particular ejercicio de recuerdo a la tierra que la vio nacer. «Soy venezolana. Llegué con seis años a València». No ha vuelto. Todo lo contrario: han conseguido traer a toda la familia cercana. Le duele la tierra, pero sabe que no hay más remedio. A cambio encontró algo nuevo. «Llegamos en febrero y lo primero que vimos fueron las Fallas. Me enamoré de la fiesta y en abril ya me habían apuntado a Oltá. En casa pensaron que entrar en un casal era una buena forma de integrarnos y conocer la cultura del sitio al que habíamos llegado. No pudimos tener mejor idea. Gracias a las Fallas nos sentimos valencianos desde el primer momento». Perdió el acento. «Piensa que hace veinte años, éramos dos o tres extranjeros en clase. Ahora puede ser la mitad. Que yo hablara "raro" era "malo". Y como quieres evitar pasarlo mal cuando eres pequeña, te obligas a corregirte». Ahora «mis compañeras de año se enteraron de que era venezolana porque lo dije en una entrevista colectiva. Ni hago ostentación ni lo escondo».

«Lo que hablo es valenciano. Y bailo en el grupo "Els Mateixos". Y en la falla soy delegada de medios, subdelegada de festejos y vicesecretaria. Para llevar las redes es importante estar enterada de las cosas de la Junta Central Fallera. También estoy en el grupo de baile».

¿Cómo se explica a la gente que quedó en Maracaibo? «Es muy difícil. Siguen pensando que la fallera mayor de València soy yo. Por mucho que intente explicarlo. ¿Qué van a decir mis tías sobre su sobrina? También les es difícil hacerles entender por qué quemamos lo que hemos invertido todo el año en levantar. Ni visitándolo in situ acaban de entender que aparezcan las llamas. Es normal si no lo vives desde dentro».

Virginia está estudiando pedagogía «pero llevo desde los 16 años trabajando. Ahora mismo en una multinacional del mueble, pero también estuve hasta hace poco en ocio nocturno, he sido profesora particular... He hecho muchas cosas porque soy muy independiente». Sirva el ejemplo: «con 17 años, el viaje de fin de curso de segundo de bachiller se lo daban gratis a quien organizara el viaje y como no quería cargar con eso a mis padres, lo hice yo. ¿Por qué? Por inquietud. Me gusta depender de mí. Saber hasta donde llegó y qué puedo hacer».

No llegó a tiempo de ser fallera mayor infantil, pero sí mayor, que consiguió «por antiguedad y cuando tenía claro que me lo podía pagar». En su nombramiento tuvo una felicitación muy especial: «La familia de mi abuelo paterno» (la rama Pérez) «nos reunimos cada dos o tres años en Maceda, el pueblo de Galicia del que emigró. En algún momento no me dí cuenta y grabaron un vídeo con la enhorabuena todos ellos».

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