Ninguno de los cuatro artistas sancionados por el pleno de la JCF figura como miembro del Gremio de Artistas Falleros. Tras escuchar todas las versiones, el organismo fallero ha impuesto un total de viente años de suspensión a los cuatro autores que no cumplieron con sus obligaciones contractuales total o parcialmente. Las penas más duras son los cinco años a Alfredo Bernat y Ángel Tarín (el caso más conocido por estado lastimoso en que quedó la falla Llorers-Arquitecto Lucini). Cuatro años son para Vicente Llácer Fortuny (no confundir con el artista de Especial) y uno para Javier Gisbert, quien logró premio en una de las fallas denunciadas.