El primer premio en la Sección Tercera de las Hogueras de Alicante, para la comisión de la Plaza de Santa María (donde, a pesar de ello, no le renovaron el contrato), es la última obra en la carrera profesional del artista José Lafarga, quien ayer anunció que abandona la práctica del oficio de artista fallero como autor en solitario y que pasa a ser un «colaborador necesario», algo que venía haciendo ya también desde hace tiempo. Con el cierre de la marca Lafarga termina una de las carreras importantes a lo largo del siglo XXI y se suma a las que viene sufriendo la profesión en los últimos tiempos.

Fue el propio artista quien lo comunicó ayer. «Después de echar la vista atrás y, con el convencimiento de haber conseguido retos impensables para aquel jovencito que decidió hacer de las fallas su ilusión, pongo fin a mi trayectoria como artista fallero y constructor de hogueras». Un cierre que no significa abandonar la profesión porque también asegura que «a partir de ahora se impone como reto para mí de cara al futuro el seguir colaborando con ellos para lograr los máximos galardones para ellos y sus carreras». En concreto, trabaja para Pere Baenas, donde será clave para la falla de Convento Jerusalén.

El primer premio que pudo ser

La trayectoria de José Lafarga en València finaliza con la sensación de que, siendo buena, aún pudo ser mejor. Con fama de irregular, ayer pedía «perdón a los que fallé. Mi trayectoria ha sido tan tremendamente difícil que he arrastrado sin querer a gentes, grupos y colectivos a los que pido perdón, nunca les quise hacer daño, ni tampoco tuvieron porque ser víctimas de mis circunstancias». Pero es a la vez la de un artista genial, capaz de lo mejor.

Su llegada a València no pudo ser más espectacular, logrando en su debut el Ninot Indultat para Cádiz-Denia, el Espantapájaros, en 1996. Peor no sería hasta 2009 (un año después de ganar en Primera A en San Vicente-Periodista Azzati) cuando dio el salto a la Sección Especial. Ese año estuvo a punto de ganar en el que sería el mejor resultado de su trayectoria. En la máxima categoría plantó ocho fallas. Tres en el Pilar, tres en Sueca y una en Na Jordana, de forma consecutiva de 2009 a 2016.

Sus dos últimas obras en solitario en València fueron en 2018, en tercera categoría.