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Mariola Pastor Beamud: La psicóloga, la artista y la fallera entrelazadas en una particular danza

Mariola Pastor Beamud: La psicóloga, la artista y la fallera entrelazadas en una particular danza

Un «dos de mayo» no tiene por qué ser necesariamente una calamidad. Para Mariola Pastor es un día de celebración. El de su cumpleaños. El de la fallera que quiere ser primera Mariola en la historia de la corte tal como la conocemos. Un nombre que le viene del terreno que pisa. «Los Pastor vienen de Murcia, pero han vivido mucho tiempo en Alicante y se asentaron en la sierra de Mariola. Tenemos una masía en Cocentaina». Pero no, no es ni mora ni cristiana. «Mis primos si que son de una 'filà'. Yo nunca me he vestido, pero nunca diré nunca». Los Beamud, que no son familia de la concejala de nuevo cuño, proceden, como tantas otras preseleccionadas, de un pueblecito de Cuenca. En este caso, le toca a Olivares de Cuenca.

Su vida personal está orientada hacia la consejería. La personal. «Soy graduada en Psicología por la UV y estoy terminando un Master de Psicología del Deporte y del Ejercicio. Ya estoy colegiada aunque todavía no ejerzo». Y mientras «trabajo en una tienda de textil-hogar». El suyo es un futuro llamado a desarrollarse en el ámbito privado. Y ahí se interrelaciona otra de sus grandes pasiones. «Soy bailarina de toda la vida» Y su rama en Psicología es «la danza, la música y el teatro. Me gustaría especializarme en lo que es mi pasión, la danza». Ser la psicóloga de una artista. «Cada vez más está claro que es algo que se necesita». Con sus pinitos profesionales. «He estado en una academia de danza como psicóloga conjunta y personalizada. Metas, motivacional... es lo que me gustaría».

Pero no baila por bailar. Lo suyo ha ido en serio. «Este año he terminado mi carrera como bailarina. Soy titulada por la Asociación de Danza Española, una entidad que se creó en Ciudad del Cabo, pero ahora está en Inglaterra y vienen a examinarnos. He estado en concursos en toda España y alguna que otra medalla hemos ganado. ¿Para ganarme la vida? Para impartir clases podría». Ahí su camino se cruza con su mejor amiga, Natalia Bermúdez. Una historia de danza y psicología muy parecida que tenía su reflejo el pasado 12 de agosto, cuando Natalia contaba también su historia como preseleccionada.

Mariola vive en la calle Monestir de Poblet, pero en la parte derecha del plano de la ciudad. «Mis padres, ya lo ves, no eran de València, pero a mi me llamaban la atención las fallas». Es un proceso casi natural: si no eres fallera por tradición familiar, la segunda fuente de inspiración son «las amigas del colegio. Estudiaba en el Comunitat Valenciana. Nos apuntamos con seis o siete amigos. Y desde entones allí estoy». Al ladito mismo de donde se planta la falla. No fue fallera mayor infantil, que bastante es que se adentraba en un mundo nuevo, pero fue haciendo ya el camino. Y este año ya tocaba «porque además, si lo era sucedía en el cargo a Natalia y me dije «esta es la mía». ¿Qué mejor que tu mejor amiga te pase la banda?». Si logra ese puesto, sería la primera adulta de la comisión que lo consigue. Las fotos de Soledad, Miryam, Raquel y Paula, las cuatro niñas -que ya no son niñas- son las que adornan el baúl de éxitos de la falla de la Piquer.

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