Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Quiero ser fallera mayor de València

Fallera en Tomasos, profesional de la comunicación en Traginers

Yasmine Espí Bonaviña | Falla Tomasos-Carlos Cervera (Russafa A)

Fallera en Tomasos, profesional de la comunicación en Traginers

Yasmine estrenaría ese nombre en el santoral de la corte. Y el apellido materno, el Bonaviña, «es muy poco común. Apenas hay» Y el paterno, Espí, «procede de Carlet, de donde es mi padre y donde viven tres hermanas y un hermano». Y graduada en Comunicación Audiovisual y Master en Postproducción Digital, trabaja «en Editorial Prensa Ibérica». Es decir, aquí. Dicho de otra forma, en el suplemento de motor, en el departamento de edición de vídeo. «Hice prácticas en LevanteTV. Iba haciendo cosas sueltas y al final me llamó Vicente Montoro, y conseguí el puesto. Pero también he estado en Atención al Cliente en Mercadona, en Carrefour, he sido azafata? es difícil entrar en el sector y había que ir recurriendo a lo que se pueda». Sin miedo a ese sector, el de comunicación, complicado. «Había gente que me decía que estaba difícil encontrar salida, pero yo quería hacer lo que me gusta». Cómo eran los presagios, que «cuando acababa la carrera es cuando cerraban Canal Nou». También ha trabajado en una empresa de comunicación. Pero sobre todo, «editando vídeo». Aspirar a fallera mayor o corte es, en gran medida, un concurso de presencia física. Lo que ella no quiere llevar a la cámara. «Si había que locutar, lo hacía, pero a mí lo que me gusta es estar detrás». «Mi madre se ha criado en Tomasos. Y es la que arrastró a mi padre, que no era fallero, y lo apuntó antes incluso de nacer yo. Y yo soy desde el primer día. Toda la vida. Mi madre no fue fallera mayor ni infantil». Ella sí. «Infantil en 2005, el año del 50 aniversario. Y pasé la preselección. Pero es que era muy mayor. Ya tenía 13 años». Ha repetido catorce años después. «Quise esperar a acabar los estudios, el master, a encarrilar mi vida?». En la falla «he sido dos veces delegada de festejos y ahora llevo las redes sociales». Ser fallera y trabajar en medios de comunicación no siempre es fácil de combinarlo. Son de esas cosas que hay que vivirlas en primera persona para entenderlo. «La única vez que no me he vestido para una Ofrenda fue porque estaba de cámara para LevanteTV. Y cuando pasa tu falla, ves a tu familia, tus amigos, y tu no estás ahí, se hace muy duro. El primer año, que estaba de becaria, me dio tiempo: trabajé el primer turno, con el moño de detrás y sin rodetes para poder llevar el intercom, me fui rápidamente a casa, me vestí y me dio tiempo a desfilar». Si desfila el 18, bien entrada la noche, por la calle San Vicente, igual negociamos con ella una cámara subjetiva.

Compartir el artículo

stats