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Carolina Canet Alberich: Fallera desde el minuto cero, ingeniera mecatrónica y estibadora en "ratos libres"

Carolina Canet Alberich: Fallera desde el minuto cero, ingeniera mecatrónica y estibadora en "ratos libres"

Carolina conocerá hoy mismo a los miembros de su jurado con los 24 años recién cumplidos y tratando de rematar aún más la máxima a contraestilo de que "segundas partes pueden ser buenas". Porque ella ha sido dos veces fallera mayor y ya ha mejorado, como preseleccionada, su actuación en la carrera cortesana. Con ella, Escalante-Marina buscará continuar una presencia que ha mantenido este año con Daniela Sanchis en la corte infantil. Carolina es fallera desde el minuto cero. «Mis abuelos son de allí de toda la vida, mi madre también, mi padre tenía el colegio al lado, entre el colegio, la falla, los amigos, el grupo...».

Su repetición en el cargo la pudo resarcir de no haber sido fallera mayor infantil. «Eramos muchos, había sorteo y entre unas cosas y otras, no fui». Por lo que el doblete lo hizo en mayores. «Era mi sueño y en 2017 me presenté. Estaba acabando la carrera, veía que lo podía compaginar, conocí personas maravillosas y fue una gran experiencia, un año increíble». Pero esto no había acabado todavía. «En 2018, en la Semana Fallera, ya escuchas nombres de quien puede ser. Yo sabía que la infantil iba a ser mi prima». Y como quien no dice la cosa, «pregunté en casa que si nadie se presentaba, veían bien que fuéramos las dos. A todos les encantó y sin decirle nada a mi prima, Martina, me presenté». Los lazos de sangre llevan incluso a hacerlo disfrutar a la niña. «Hicimos como un teatrillo el día en que llama al presidente. Es un acto oficial, pero la directiva lo sabe. Y yo estoy en la directiva. Mi pareja y yo la llevamos a cenar y con la excusa de ir a recogerla fuimos a casa de mis abuelos, nos quedamos esperando y sonó el teléfono». Y sonó para la niña. «Le dieron la noticia, todos muy contentos y ella muy feliz. Colgó y al poco volvió a sonar. Se me quedó mirando cuando dijeron "es para tu prima", para mi. Dije que sí que quería ser por la ilusión. Al final, imagínate, todos llorando, todos aplaudiendo... a partir de ese momento, todo ha sido igual de emocionante que el primer año». Con lo que «segundas partes pueden ser buenas. Sólo hay que tener ganas e ilusión y ser muy falleros». Por todo ello, «llevo tres años vistiéndome casi todos los fines de semana. Has de ir con actitud». Llega entrenada y ya como preseleccionada, algo que no alcanzó hace dos años.

Entre falla y falla, los estudios. «Me queda solo el proyecto del Master de Ingeniería Mecatrónica» y trabaja «en una bolsa de trabajo en el Puerto de València». De estibadora. Un oficio que puede chocar en el centro, pero que en el Marítimo es habitual. No en vano, comparte ocupación con otra preseleccionada, Zulema Rodríguez, de Nazaret.

Entre estudios y contenedores, más falla. Ha estado en festejos y en juventud «luego fui vicesecretaria, que me interesaba mucho. Además me permitió presentar algunos actos. Y este año soy delegada de comunicación».

Entre falla y falla, los estudios. Guarda un recuerdo muy especial de sus tiempos estudiando en Bournemouth "que me sirvieron para madurar y aprender a vivir fuera de casa". También vivirá mucho fuera de casa si los hados le son favorables la noche de la Fonteta.

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