El jurado que tiene que elegir las embajadoras de la fiesta dispondrá más tiempo para hacer la selección de "una entre trece", el de la fallera mayor de València, que el de "13 entre 73", la antigua "elección de la corte de honor", puesto que, tal como ya se había barruntado días atrás, la designación de València como Capital Mundial del Diseño traslada la elección de las dos representantes de la fiesta al fin de semana posterior al 9 d'octubre.

El alcalde partirá hacia India nada más celebrarse la fiesta de la Comunitat Valenciana por lo que, en el mejor de los casos, la llamada no se producirá antes del Lunes 14 o Martes 15. "En cuanto podamos, se dirá la fecha exacta" aseguró el concejal Pere Fuset durante el pleno de la Junta Central Fallera.

De esta forma, los jurados que, ahora mismo, están ya de reuniones con las preseleccionadas, disponen de 16 días "reales" para hacer la primera selección (desde el viernes 6 al sábado 21), mientras que para elegir a las fallera mayores dispondrán como mínimo de 21: desde el Lunes 22 de septiembre al Domingo 13 de octubre.

"Respirarán" tras la Fonteta

Lógicamente, esto será en la teoría, que no en la práctica. Por ejemplo, la JCF tiene claro, en este sentido, que tras las dos semanas y media actuales de pruebas, a las elegidas se las dejará "respirar" (y también a los jurados) y no tendrán pruebas inmediatamente. Es más que probable, por ejemplo, que los días que realicen las entrevistas con los medios de comunicación (que normalmente se aprovechaban para, a partir de las ocho de la tarde, hacer pruebas), se dediquen tan sólo a esos reportajes, entrevistas y posados.

Tanta importancia tiene una prueba como la otra y tan difícil es una elección como la otra, pero el contraste es poderoso a nivel cuantitativo. Estos días, por ejemplo, son los de entrevistas personales y los jurados tienen que hacer un mínimo de 73 "cara a cara" con las aspirantes, algo que es tan necesario como farragoso y agotador. Obviamente, la responsabilidad de elegir una buena "embajadora" requiere una segunda parte del proceso muy trabajada, pero la diferencia de días y de volumen de trabajo resulta llamativa.

En cualquiera de los casos, este baile de fechas se une al adelanto del acto de la Fonteta al 21 de septiembre (que no está claro si ha sido coyuntural este año o si continuará en los próximos, puesto que el acto de elección está condicionado a las necesidades del València Basket, inquilino preferente del pabellón deportivo). Y que es uno de los aspectos que están llamados a tratarse en una posible remodelación del proceso de elección. Porque, al fin y al cabo, el retraso en el acto de elección está condicionado no tanto al viaje del alcalde a India (coyuntural este año) como a la regla no escrita de que la fallera mayor y corte vigentes deben acudir a la procesión cívica del 9 d'Octubre de su año en curso. Una "norma" tan cuestionable como cualquier otra puesto que no es un acto fallero propiamente dicho ni la figura de las representantes de la fiesta quedaría excluida, al ser ocupada por las "nuevas".

Incluso sin el viaje a la India, el intervalo de tiempo entre la Fonteta y la llamada telefónica habría sido de 18 días, dos más que los empleados para la actual selección cortesana.

El año próximo, la elección no será antes del 12 de octubre, puesto que el día de la Comunitat Valenciana cae en viernes y enlaza 10 y 11 con sábado y domingo.

Si el acto de la Fonteta consolidara una fecha más temprana (el tercer fin de semana de septiembre), es razonable pensar que una fallera mayor y una corte, en un futuro (obviamente, no este año), acaben por no tener 9 d'Octubre, pasando el cometido a sus sucesoras, de la misma forma que hubo falleras que dejaron de tener viajes de obsequio (los cruceros y los viajes a Eurodisney, cancelados en 2012) y la llamada del hemiciclo se traslade a los primeros días de octubre. Pero eso dependerá de lo que se pueda debatir, si hay ánimo para ello, entre los agentes festivos.

La designación de las falleras mayores de València se ha ido retrasando en el calendario de la fiesta. Décadas atrás ésta se producía en el año en curso. Sirva como ejemplo curioso el de 1968 (tiempo en el que la designación aún era "a dedo"), cuando, aún considerándose una elección "madrugadora" en el calendario, ésta se hizo aprovechando la Cabalgata de los Reyes Magos: fueron Sus Majestades quienes trajeron el sobre con la elegida.