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Quiero ser fallera mayor de València

Una futura trabajadora social que sueña con la Fonteta... y con ser presidenta de su falla

Paula Benaches Esteve | Carrera San Luis-Doctor Waksman (Quatre Carreres)

Una futura trabajadora social que sueña con la Fonteta... y con ser presidenta de su falla

Venir a la falla era la forma de volver a mi casa, a la ciudad, al hogar, a la familia. Los fines de semana». Carrera San Luis-Dr. Waksman fue el particular cordón umbilical que unió a Paula Benaches con su ciudad de nacimiento tras una infancia en la distancia. No lejana, pero distancia. «Vivía en Alicante porque mi madre estaba de profesora interina. Y a través de una amiga de mi abuela, con cuatro años, probamos la falla. Fui a jugar un día y dije en casa: "Mamá, es mi sitio". Y ya no me sacan allí». Volvió definitivamente a València con once años. «He conocido sitios nuevos, me ayudó a tener más capacidad de adaptación. Es una buena experiencia para mi vida. También me ayudó, por ejemplo, a conocer las Hogueras». Esta distancia es la que le impidió ser fallera mayor infantil. «Lo barajamos en casa, pero era complicado». Ahora ha llegado, pues, con redoblada ilusión. «Siempre había querido ser fallera mayor. Un día, me acerqué a mi abuela y le dije: "Iaia, ¿y si ha llegado ya mi momento?". Algo en el corazón me lo decía. Además, me enteré de que la fallera mayor infantil iba a ser Paula... aún más sentí que era mi año». Y lo ha sido. Con "20 para 21" años de fallera mayor y "21 para 22" de preseleccionada. «Sabía que era un poco joven, pero el corazón decía que era el momento y la edad». Acaba de estrenar los 22 años, que cumplió en agosto.

En lo personal va progresando adecuadamente hacia su inquietud profesional. «Estudio Trabajo Social en la UV». Es decir, «para promover el bienestar y la justicia social». De manual. «Puedes trabajar en ONGs , centros de menores, en el Centre de la Dona... tiene salidas profesionales. Tramitamos subvenciones, talleres formativos, apoyo...». De vocación. «Estaba haciendo ADE, pero encontré Trabajo Social y me enamoró. Una amiga la que fue fallera mayor anterior a mi, me lo comentó, y dije: "Es para mi"». Y ya ha empezado a endurecerse: «hice prácticas en el hospital Padre Jofre». Un lugar no siempre fácil. «Más de observación que de intervención. Éstas son las que me tocarán ahora, a partir de cuarto. Prácticas como éstas te hacen fuerte, te ayudan a valorar lo que tienes».

Inmersa en el Teatre Faller, el capricho del destino le puso para interpretar a "Susi" en la categoría juvenil el 22 de septiembre a las doce del mediodía, apenas unas horas antes de lo que pasara en la Fonteta. «Me habría encantado participar, pero me tuvieron que relevar. Era lo mejor para el grupo de teatro y también para mí. En cuanto pueda volveré a los escenarios».

Es sólo una de sus inquietudes en la fiesta. «Siempre he sido de la delegación de festejos, he sido delegada de cadetes. Es una franja de edad muy complicada para mantenerse en la falla y hay que darles cosas para que se sientan a gusto». Pero la que le falta es de traca. «Me encantaría ser presidenta de mi comisión. Es un sueño que tengo ahí. Y serlo con mi hermana pequeña de fallera mayor». ¿Le cederá el fajín rojo algún día Carlos Tuset? El tiempo lo dirá. «Me encanta preguntarle por la gestión de la comisión. Por eso, este año he crecido mucho porque he vivido lo de fallera mayor y he estado más cerca para conocer cómo funciona la falla». Siempre tiene la opción de, a partir del día 21, empezar a conocer cómo funciona otro aspecto de la fiesta: el de las embajadoras.

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