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Quiero ser fallera mayor de València

Una sobrina de Sento Llobell preparada para la aventura médica y la fallera

Consuelo Llobell Frasquet | Albacete-Marvá (La Roqueta-Arrancapins)

Una sobrina de Sento Llobell preparada para la aventura médica y la fallera

Consuelo es Consuelo. Ni Chelo, ni Consue. «Parece raro, pero sí. Me encanta mi nombre». Si sale elegida, sería la cuarta vez que aparece su nombre en el listado cortesano de la serie histórica. No nació en el Consuelo, pero sí que nació en una familia «con una abuela Consuelo y una tía Consuelo». La historia familiar es muy sencilla. «Mi padre vivía en Aldaia, luego se mudó a València y conoció a mi madre». Su padre es Llobell. Un ejercicio de memoria. Sento Llobell. «¡Es primo de mi padre!. Sí, lo conozco. En la Comunión nos regaló primero a mi hermana y luego a mí, que soy la menor, un cuadro. Lo tenemos como una obra de arte». Sento Llobell diseñó una falla municipal antes de que Consuelo naciera. Pero la vena fallera le vino a ella por la parte Frasquet (cuyos ancestros proceden de Benimarfull). «Mi madre había sido de Maestro Aguilar-Matías Perelló y tenia muy claro que sus hijas tenían que ser falleras. Nosotras estudiamos en Agustinos de la calle Albacete y las amigas de la falla eran de esta comisión. Primero a través de las de mi hermana mayor. Luego fui yo. Entré con tres años». Le dio tiempo a ser fallera mayor infantil, aunque tardía. «Tenía trece años. Fui en el año 2009». Ha repetido diez años después. «Era un año que nos encajaba. En mi comisión va por antiguedad y he podido».

Acaba de terminar el grado de Medicina «y por las tardes doy clases particulares a niños para ayudar un poco». Pero esto no ha hecho más que empezar. «En función de lo que pase quiero preparar el MIR y estudiar la especialidad, la residencia, opositar... nunca acabas». Y su especialidad favorita, original. «Desde que empecé medicina me apasiona la dermatología. No me cierro sólo a ésta y sé que es de las más demandadas, pero es mi primera opción. Hay que estudiar mucho, pero estoy preparada para hacerlo».

En su preselección se fundió en un abrazado con su antecesora, Laura Carballeda, enrolada en la corte de Marina Civera. «No es exactamente de mi grupo, pero sólo puedo decir cosas no buenas, mejores, de ella. Siempre me ha ayudado. Como fallera mayor ella me encantó, y como cortesana, lo mismo. Y gracias a ella he tenido muchos privilegios. Me pasaba fotos, me contaba cosas...». Su conclusión: «que tu antecesora esté en la corte sólo puede ser bueno. Sólo puedes sentir orgullo, sólo puedes ser una privilegiada».

Consuelo perdió por el camino una tenista en ciernes. Ella misma. «Me lesionaba continuamente. Estaba en el Sporting y estaba en un grupo de alto rendimiento. Le echaba muchas horas. Era muy pequeñita, muy delgadita, no muy buen comedora... mi madre acabó por sacarme. Luego, ya pensando en medicina, tuve que aparcarlo del todo». De momento ha ganado un juego, la preselección. El día 21 tendría el «set-ball» y, quien sabe si en octubre disputará un «match-ball».

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