La anécdota, o la gran confusión del acto de elección de la corte de honor 2020, se produjo cuando se dio a conocer la octava elegida. Se dijo, correctamente, "Marta Tejedo". Pero la que salió, al confundirse ella misma, fue Marta Tendero. Una confusión a la que contribuyó la dificultad para escuchar en el lugar donde están las candidatas esperando el resultado, la propia algarabía entre ellas a cada nombre pronunciado, al hecho de que no se hace una comprobación in situ de que la que sale es la que corresponde y en definitiva, un error en cadena de todas las partes, empezando por la fallera, siguiendo por el resto de candiatas cercanas (incluyendo la propia elegida "de verdad", que estaba a su lado) y la JCF. Algo que pasa una de entre un millón, pero que pasó.

Al acabar el acto, y al hacerlo constar el jurado, hubo una reunión de urgencia, se enseñó el acta (que era exactamente lo mismo que había comunicado el secretario general) y hubo que decirle a Marta (Tendero) que no era ella la elegida. Dos nombres iguales y un apellido muy parecido. "Ha aceptado su propio error con deportividad" aseguraba el concejal Pere Fuset.