«Soy una mezcla de las dos. No soy tan introvertida como mi madre ni tan llamativa como mi tía. Físicamente sí que me parezco más a mi tía». 31 años después de que María José Oliver subiera a lo más alto de la fiesta y 33 después de que lo hiciera su madre, Amparo, desde un trono cortesano, la siguiente generación regresa. Por entonces, Raquel Nebot Oliver ni había nacido ni se la esperaba hasta una década más tarde. Una generación después es víctima de una de las paradojas del paso del tiempo: «No me cabe duda que la sociedad ha cambiado. Tanto mi madre como mi tía fueron elegidas con 17 años. Y mi madre me cuenta que ella veía a su fallera mayor de València, Mari Carmen Mollá, como alguien "mayor" con 21. Yo tengo 20 y en fallas también tendré 21. La misma edad que ella. Y sin embargo soy la más pequeña del grupo y me ven pequeña».
Pequeña de edad para los parámetros actuales, aunque en la edición de 2020 la edad media de las aspirantes era un escalón por debajo de la tendencia en los últimos años. Pero salió, aunque fuera la última y con suspense incluido, el del secretario general dejando esas décimas de segundo interminables entre el "Raquel" inicial y el "Nebot" posterior. Sobre todo, porque había cuatro "raqueles" en liza. «Lo que pasó abajo... sí que recuerdo que lo oímos bien. Era el último nombre que se iba a decir y había más silencio. Era el todo o nada. Escuché el Raquel y después el Nebot. No sé. Creo que salté de la tensión, que abracé a la que tenía delante, que era Carla García, y que fue ella quien me devolvió el abrazo y me empujó a que saliera».
Y sabía que era el todo o nada. «Hubo un momento en que le pregunté a Anna (Duggan) cuantas quedaban. ella me dijo "han salido nueve". En ese momento la nombraron a ella. Con lo que estaba claro. Faltaban tres. Salió Andrea, faltaban dos. Salió Marina, faltaba una...». Y salió ella. «Ahí lo ves más imposible. Al inicio del veredicto sabes que hay trece puestos para 71. Ahora era un puesto para 61. Era imposible». No lo fue. Para continuar las tradiciones falleras Oliver. Bisabuelo y abuelo, artistas falleros. Madre cortesana y tía fallera mayor. Y ella, futura profesora. Está enfrascada en el PIMM. "El Plan de Innovación Metodológica de Magisterio; es decir, Infantil y Primaria con la modalidad de inglés. De momento seguiré como pueda sin agobiarme mucho. Los estudios se pueden alargar y lo que viene por delante ahora sólo pasa una vez en la vida». En casa es la tercera vez.
