La historia de las Fallas se escribe a base de memoria y testimonio. Cuentan los que saben que, en Convento Jerusalén-Matemático Marzal, no había más que preguntar a José Alberto Ibáñez, "Josal", para conocer el detalle que se escapaba en el baúl de la memoria de la comisión. Y no es poca la historia que tiene Convento. Ahora es él quien pasa definitivamente no a la historia, sino al libro de oro de una de las tres grandes comisiones de la ciudad. Era el decano de la comisión, a la que llegó por vecindad (vivía en estas calles) y por tradición familiar: su padre y su tío ya eran falleros de la comisión 90 años atrás y su abuelo, Juan Bautista Algarra, ostentó la presidencia en varias ocasiones.

José Alfredo cumplía este año los 70 de su llegada a Convento, pues ingresó en la comisión infantil en 1949. De su talento infantil cuentan que desde el primer momento de sus lápices salieron bocetos de las primeras fallas infantiles y las primeras líneas de los llibrets de los niños. Eran los años cincuenta, cuando Convento empezaba a desperezarse, siendo dominadores en categorías inmediatamente inferiores a Especial, ya estaba en la comisión adulta, por lo que ya estaba en funciones ejecutivas cuando, definitivamente, saltaron a la élite absoluta. Toda su vida fallera estuvo vinculada al organigrama. Fue contador, vicepresidente y secretario, que ya ejerció con Paco Corell en la presidencia, y a la que volvió ya con Jesús Barrachina.

Se le debe a él la retórica redacción del Acta de Nombramiento, que se repite año tras año, fallera tras fallera. "Reunidos en junta general extraordinaria (...) el presidente propone a (...) nombramiento que la junta refrenta poniéndose en pie con un unánime aplauso"... no son esas palabras, pero son muy parecidas.

Era, es, de las poquísimas personas que disponen de la Insignia de Oro y Piedras Preciosas de la comisión. Ya la tenía en 1974. El bunyol de brillants le llegaría en 1991. Y lo que nunca le abandonaría es la discreción, cosa que siempre se aprecia en cualquier comisión de falla cuando va acompañada de trabajo. Con él se marcha una parte entrañable de la historia de Convento.