El verano empezó muy bien: preseleccionada. Cotinuó aún mejor: «En julio empecé a trabajar en el sitio donde hice las prácticas, en Miquel Suay». Admitida a pesar de tener compromisos en el horizonte, cosa que, obviamente, se agradece. «Les dije el proceso en el que estaba, que había posibilidad de que pasara algo. Y me han dicho que no me preocupara». Siempre y cuando Marina (Fagoaga) no suceda a Marina (Civera), porque ahí la cosa laboral se complicaría sobremanera. «Aun estamos en pruebas, no hay nada definido... no quiero complicarme».
Y en la conocida boutique de ropa de la Avenida del Oeste «estoy asesorando a clientas y ayudando en el departamento de gestión. También hago cosas de comunicación, relaciones... lo importante es que sonn materias de lo que he estudiado». Hace muy poco acabó los estudios de Asesoría de Imagen Personal y Corporativa.
Y el estío se remató con la alegría de su vida hasta el momento. Ella fue la número doce, casi en el tiempo extra de la Fonteta. «Claro que me acuerdo. Por entonces ya crees que tu oportunidad no va a llegar. Pero llega y te conviertes en la persona más feliz y afortunada».
Volvamos a la Fonteta. «Perdí la cuenta. Completamente. Tanto, que estaba convencida, cuando nombraron a Andrea Grau, que fue la anterior a mi, que ya se había acabado todo. Entonces dijeron "chicas, chicas, que van a nombrar otra". Pensaba si era la catorce. Pero no, faltaban dos puestos». Remate a unos días excepcionales. En el ensayo de la Fonteta cumplió 22 años. «Que maravilla: mis compañeras de sector, Carla y Helena, organizaron todo, fuimos a un casal para la última reunión, me sacaron tartas...»
Es fallera de Doctor Collado, fue la fallera mayor del 150 aniversario, la sexta cortesana en once años (y sólo una anteriormente) y, sobre todo, la nueva generación de una saga referencial en el barrio. «Soy una persona muy fallera, que lo siente de verdad. Estoy muy contenta de tener esta oportunidad». Una recompensa a su propia trayectoria. «La fallera mayor de Doctor Collado de 2019 pone mesas, quita mesas, pasa la escoba... y lo hace el año de fallera mayor, los anteriores y los hará en los siguientes».
Doctor Collado. Fallas. Coordenadas complicadas. Y Marina se pone seria. «Lamento de verdad que mi noche de plantá la recuerde con tan mal sabor de boca. Estar plantnado la falla y que esa gente que por no ser, no es ni fallera, se dedicara a lanzar "salidas" al remate recién izado, tirarnos a nosotros masclets, cohetes borrachos, botellas... me pongo seria porque recuerdo el dolor de los falleros tan preocupados y tan enfadados y no poder remediarlo. Y encima, nos preocupamos por atender a los menores que tenían comas etílicos».
