Al observador ajeno debería sorprenderle que uno de los argumentos que más se habla en la ciudad a día de hoy son las Fallas. Sobre todo, teniendo en cuenta que, tal día como hoy, faltan todavía cinco meses para que la fiesta grande de la ciudad eche el cierre a base de fuego. Pero su secuencia es así. Captan tanta atención que, a muy largo plazo, protagonizan buena parte de la vida de la ciudad.

Apenas finalizado el doblete elección-proclamación de las falleras mayores de València, con su particular puesta en escena, la fiesta -alterada por otros acontecimientos inusuales, como el procesamiento del concejal de fiestas- da, si le dejan, un giro y posa su mirada en la vertiente artística. El eje de la fiesta, al fin y al cabo. Y lo hace desde que ayer, sobre las ocho de la tarde, se cortaba la cinta de la "Festa per a Tots". La gran exposición de los trabajos que pagarán, plantarán y quemarán las comisiones de la Sección Especial. Es uno de los acontecimientos del año, que nutre de curiosidad a un cada vez más amplio grupo de aficionados que gustan de ver las creaciones artísticas, los monumentos, que todavía están en proceso de formación.

La Federación de Sección Especial cumple 20 años de esta particular fiesta, con la que quisieron hacer partícipe a toda la ciudadanía de lo que son sus planes. Hace dos décadas las cosas eran diferentes en muchos aspectos. Y en este en concreto, existía cierto recelo hacia las comisiones más importantes de la ciudad. Habían creado la Federación poco antes y se habían embarcado en algunas cruzadas defendiendo sus activos. Reclamaron derechos de imagen audiovisuales, propusieron trasladar las fechas de fiestas a unos días determinados de la semana... y eso generaba desconfianza.

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Inauguración de la "Festa per a Tots" de la Federación de Especial

"Una Festa per a Tots" es un lema que habla por sí solo: para todos. Fue una forma de invitar a todo el mundo a conocerles más y mejor. Y así es como ha llegado a su edición 2020. Después de haberse celebrado en diferentes espacios de la ciudad, ya lleva bastantes años asentado en Nuevo Centro.

Reflexión obligatoria

Y puestos en materia, las nueve comisiones ya han puesto sobre la mesa sus cartas. O una parte de sus cartas. O muy poca. Hay una tendencia peligrosa a esconder. A ofrecer más un apunte que un proyecto. Convento Jerusalén, Pilar, Cuba-Literato Azorín, Exposición y Almirante Cadarso han sido, en este sentido, las más valientes y muestran una cantidad más que interesante del proyecto. Se habla del temor al "espionaje industrial", acentuado por el hecho de que, con las técnicas modernas de elaboración de las fallas, a un proyecto se le puede dar la vuelta en tiempo récord. Pero en otros casos se enseña demasiado poco. Algo que debe llevar a reflexionar si no vale la pena retrasar la celebración de estas jornadas. Porque se corre el riesgo de que la gente salga decepcionada con lo poco que contempla.

El año de los teóricos 14 metros

Con lo que se puede ver, también parece vislumbrarse que la medida de autorregulación que decidieron los artistas falleros, y que aceptaron las comisiones (ya se sabe que salvo la del Pilar) no lesiona especialmente, cuanto menos, el examen visual. O lo que se ve de las composiciones. Unas tienen más disposición en horizontal que otras, pero que esto tampoco lleve a engaño: pueden aparecer, de repente, más remates, más contrarremates y más elementos que todavía no se ven.

Luego está también la otra triquiñuela: la del boceto en blanco y negro o monocolor. Una táctica que, por ejemplo, Vicente Martínez Aparici ha puesto en práctica ya con la idea de sorprender con la paleta de colores, pero más adelante.

Los artistas y los diseñadores son fieles a sus principios y llenan sus obras de tipos de época, buscando la metáfora y el traslado a las críticas actuales. Palabras clave (Milagros, máscaras, collages, gamusinos...) para jugar a partir de ahí con análisis de la realidad que nos rodea.

A partir de ahí empiezan los cálculos y las elucubraciones. Hasta que no estén plantadas no habrá una mejor composición de lugar, por lo que muestras como ésta sólo sirven para aumentar la ceremonia de la confusión. Pero es lo que forma parte de la fiesta.

La pelea por el dominio

A bote pronto, no da la sensación de que el mapa de favoritos vaya a cambiar especialmente. Desde hace ya unos años, el mapa del dominio de los puestos de honor se ha centrado en cuatro comisiones. Desaparecida Nou Campanar, había un hueco que llenar. De las tres históricas (Convento Jerusalén, Plaza del Pilar y Na Jordana), sólo la primera aguantó con entereza los nuevos tiempos de prosperidad y crisis económica. Siempre estuvo en la pomada y, de hecho, fue la que rompió la hegemonía de la falla surgida al abrido del ladrillo.

El Pilar se recuperó y volvió a dar señales de vida rápidamente. Tanto, que ya lleva años como rival acreditado. Na Jordana está en proceso de recuperación. Por contra, Cuba-Literato Azorín se ha incorporado a los puestos de honor después de muchos años vagando por la "Especial B". Ahora faltará ver cómo influye en sus posibilidades económicas la continuidad o no de la iluminación artística. Por contra, l'Antiga de Campanar sí que consiguió no sólo recuperarse económicamente, sino encaramarse a lo más alto. Tanto, que son los que defienden el primer premio conseguido el pasado año.

Datos económicos en la mano, de los habituales en el segundo nivel parece llamar a la puerta Exposición-Micer Mascó, que ya iguala o está muy cerca de las posibilidades económicas de los primeros y persigue entrar en el grupo de privilegio.

Continuidad de los artistas

Por lo que respecta a artistas, la situación profesional es la que es. Entre dramática o peor. Por eso se estableció, como primer antibiótico, la regla de los 14 metros de altura máxima. Pero también es la Sección Especial del "que me quede como estoy". Y prueba de ello es que son los mismos artistas que el pasado año salvo uno: el cambio de Toni Pérez por Mario Gual en Na Jordana. El año pasado también hubo sólo un cambio: la salida de Paco Giner en Exposición y la llegada de David Sánchez. Esto implica que las comisiones están satisfechas con el trabajo de sus profesionales y que el mercado de artistas tampoco ofrece, en estos momentos, alternativas.

Hasta el domingo

La «Festa per a Tots» permite también contemplar nuevos de talles de las fallas municipales, así como maquetas, apuntes y ninots, aparte de una muestra retrospectiva de la historia de este particular «sindicato» de comisiones de alto nivel. Permanecerá abierta hasta el domingo e incluirá algunas actividades complementarias.