La reunión pevia del Bando de Fallas, celebrada a primeros de octubre, había concluido con el acuerdo no de prohibir el botellón (que es algo que ya existe como ordenanza municipal), sino de anunciarlo de forma explícita. A esta prohibición se le añadirá ahora el compromiso del ayuntamiento de facilitar señalética para indicar exactamente la zona en la que se puede consumir alcohol, que no es otra que la zona de actividades alrededor de las verbenas de las comisiones. Así mismo, se pondrá en marcha una campaña apelando al civismo de la ciudadanía y de los visitantes para evitar un consumo en la calle que puede ser sancionado por la Policía Local.

Hay que recordar, en ese sentido, que lo que sí que se permite es el consumo en forma de bebidas despachadas en lugares autorizados para ello; esto es, las barras de las comisiones de falla o los bares, y que no se podrán utilizar vasos de plástico de un solo uso.

Las verbenas tendrán, así mismo, una nueva disposición: las comisiones se comprometen a informar con anterioridad a Protección Ciudadana de aquellas actividades para las que esperen una afluencia mayor a mil personas. Esa comunicación permitirá a Policía y Bomberos una mejor planificación y prevención de los centenares de actividades que tienen lugar en la ciudad durante la semana fallera.

Por otra parte, queda por decidir el destino de las verbenas de las comisiones que están alrededor de monumentos BIC o, dicho de otra forma, de las grandes preocupaciones, como son la Lonja o los Santos Juanes. Se ha decidido que se actuará individualmente sobre cada una de ellas, tanto por las que ya de por sí no se celebrarán por sanción como por renuncia propia, así como aquellas que sí que han mostrado un especial interés en que la celebración de la verbena no traiga consigo un deterioro de los entornos.