Marina Puche hará una incursión en las fallas grandes con su participación como diseñadora en el proyecto "L'Aperitiu", que plantarán los artistas José Latorre y Gabriel Sanz en la comisión de Mestre Arambul Sanz-Campanar.

La polifacética artista, hija y nieta de la saga José Puche - Julián Puche, aparece esporádicamente en la plástica festiva, pero sus obras, dotadas de un trazo inconfundible -que poco tienen que ver con otras creaciones cuyas, como las del retrato- llaman siempre la atención y tienen su particular legión de seguidores. Marina viene de ganar el premio Barón de Cortes, el más importante de la Batalla de Flores de la Gran Fira.

En esta ocasión, la propuesta para la comisión de Campanar (con la que tiene un especial vínculo) es original también en el argumento: "un recorrido por el tapeo valenciano". Con el añadido de que la maqueta es obra de su padre, José.

Latorre y Sanz se encargarán de convertir el dibujo y la maqueta en la figura grande tridimensional, que militará en Quinta C y que está llamada a ser una de esas obras de media tabla que se convierten en referenciales.

Los dos artistas, que plantaron las dos últimas fallas del Ayuntamiento, se han lanzado, como es fácil imaginar, al mercado de comisiones en el curso 2019-2020. La de Mestre Arambul es la más pequeña, puesto que completarán el trabajo con bras en la zona media-alta: la no menos original propuesta de Reina-Paz-San Vicente (inspirada en una falla plantada en esa demarcación hace 200 años), Libertad-Teodoro Llorente de Burjassot y Avenida Burjassot-Joaquín Ballester (la falla conmemorativa del 75 aniversario de la comisión) y en Segunda A, Tercera A y Tercera B, respectivamente.

Mestre Arambul-Sanz planta este año su falla número 42 y ha sido al inicio de la década cuando alcanzó los mejores resultados, durante los ocho años en que les plantó Julio Fabra. Retirado éste de las lides artísticas, ahora buscan la continuidad con los dos contrastados artistas. Además de apostar por líneas innovadoras, como lo demuestra el hecho de que en la falla grande se catapultan hasta la Sección Tercera (el año pasado estuvieron en la 13ª), de la mano de Ricard Balanzá.