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Iniciativa

"El día que yo haga un gesto feminista y no sea noticia, se habrá llegado a la meta"

La fallera mayor y la corte repiten el taller de "Embajadoras de la Igualdad" en pleno debate sobre su papel como representantes de la fiesta

Consuelo Llobell y la corte, antes de empezar el taller celebrado ayer. m. d.

«Queremos impartirles unas nociones, tratar de hacerles ver situaciones de la realidad que nos parecen cotidianas, pero que no lo son. Y a partir de ahí, cada una que salga con su propia conclusión». Por segundo año, la fallera mayor de València y la corte fueron invitadas a participar en un taller para ser ungidas como «Embajadoras de la Igualdad», promovido por el Consell de la Joventut de València. Con el objeto de que las embajadoras de la fiesta se acomoden a una normalidad que recorre todos los rincones del planeta. «Es hacer una reflexión sobre la igualdad y sobre el papel que ellas tienen en la sociedad. Es hablar de unos temas que a los jóvenes nos repercuten. Reflexionar sin imponer. Cada una de ellas, que procede de una realidad diferente. Son temas que quizá no se habían parado a pensar que les podían afectar, y que cada una extraiga sus conclusiones». aseguraba la vicepresidenta del Consell, Rocío Barbeito.

«Releer desde la tradición»

Se reunieron a puerta cerrada con los monitores. Salieron de allí todos, incluyendo los concejales que asistieron a la presentación. La de juventud, Maite Ibañez, destacaba precisamente el proceso de enriquecimiento del cargo representativo. «Es importante porque supone darles voz y ser altavoz. La fallera mayor y la corte son imagen de la ciudad y de cultura y es el momento de hacer relecturas y actualizar conceptos. En toda la sociedad y en las Fallas. Y sobre todo, porque hay un sector de la sociedad que niega la igualdad de género. Y desde dentro, las falleras integran un discurso mucho más actual de la sociedad valenciana».

Más duro fue el edil de Cultura Festiva, Pere Fuset. Sobre todo, porque esta reunión, cuando se estrenó el pasado año, tuvo críticas y se le recriminó por alusiones a Marina en la propia asamblea de presidentes («Nos gusta cuando habláis, sobre todo cuando lo hacéis de Fallas»). El edil aseguró al respecto que «las Fallas, afortunadamente, caminan hacia la igualdad y lo demuestran. Pero me preocupa la minoría que piensa que no hace falta. Eso es negar una realidad. El discurso negacionista existe vinculado a tendencias políticas, pero a la negación se le rebate con la realidad, con el drama diario de miles de mujeres».

Durante las legislaturas de Fuset se ha apreciado un cambio en el papel de fallera mayor y corte, con más participación. «Pero debemos ir mucho más allá. No tiene sentido tener trece jovenes super preparadas si su función es sólo de acompañamiento y poco más. Se han hecho cosas, pero hay que hacer más».

Una fallera mayor «Next Gen»

Consuelo Llobell pertenece a las falleras mayores «next gen». Discursos de Rocío Gil y gestos de Marina Civera han llevado la cuestión de la igualdad a este ámbito. Consuelo Llobell acoge el discurso con naturalidad. «Yo he estado en el otro lado, cuando he sido seguidora de las que eran mis referentes. Y somos el ejemplo a seguir de luchar por la igualdad como lo hace el resto de la población, con la ventaja de que tenemos una cara más visible. A quienes son más jóvenes les podemos transmitir un mensaje que quizá no les han transmitido en sus entornos». Consciente o inconscientemente, a Consuelo Llobell se le pedirá algún festo para la causa violeta. «La igualdad pasa y pasará por no tener que hacer ya gestos. Ser iguales porque se es. El día que yo pueda hacer un gesto feminista porque me apetezca hacerlo, pero que no sea noticia ni tenga repercusión, será el momento en que habremos alcanzado el objetivo».

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