Las Fallas de 2020 tienen, desde el 1 de enero de 2005 (la de ayer fue la edición número 16), un inicio de año que no da opción alguna a la pausa. Teniendo en cuenta que la fiesta protagonizará, sí o sí, muchos de los primeros 80 días del año, una parte de este colectivo se empeñó en su día en no esperar. Y el ritual que ideó esa cabeza privilegiada que es Armando Serra se mantiene con todo su vigor. Si la Basílica de la Virgen de los Desamparados abría ayer sus puertas a las ocho de la mañana, a mediodía ya estaban las falleras mayores y presidentes de la Federación de Primera A preparados para realizar «la primera ofrena de l'any».

Y, efectivamente, son ellos y, sobre todo, ellas, quienes protagonizan el primer acto de año natural. De hecho, en esta ocasión fue, tal como señalaban, «el uno del uno a la una». Día, mes y hora. Faltan dos meses y medio para que las flores lleguen de todas las comisiones de la ciudad. El 1 de enero, recordó el vicario episcopal Rafael Cerdá, oficiante de la misa, finaliza la octava de la Natividad (los ocho días desde la Nochebuena) es, además, la festividad de Santa María Madre de Dios. Previamente, la patrona recibió las flores de las falleras a través de las manos del rector de la misma, Jaime Sancho, quien les dedicó unas palabras de agradecimiento. La Federación de Primera A volverá a tener visibilidad en este inicio de año, puesto que el día 12 organizan uno de sus actos de más reciente creación, el reconocimiento «Una de Primera» que se entrega a mujeres que destacan por disponer de una brillante trayectoria profesional. Este año la protagonista será la diseñadora y empresaria Dolores Cortés, que sucede en el palmarés de los últimos tres años a Anabel Medina (2017), Ana Suria (2018) y Patricia Campos (2019).