La Agrupación de Fallas del Marítimo era el único colectivo que, Junta Central Fallera aparte, celebraba su exaltación en el Palau de la Música. Tras la clausura del mismo han seguido el mismo peregrinar que el organismo municipal. Y este domingo, siete días después del fin de semana grande de Consuelo y Carla, el recinto acogió nuevamente un macro acto fallero.

La fallera mayor de València de 2019, Marina Civera, perteneciente a una comisión de este colectivo Marinero, el Barrio de San José, glosó a las falleras que componen el cuadro de honor, dedicándose fundamentalmente a describir qué significa, que es mucho, ser fallera mayor de un barrio.

La cita sirvió también para reconocer a dos falleros con el premio Pepe Chiral a su trayectoria: a Rafael Belenguer Bataller y Luis Gallart Gamir. También se reconoció a las falleras que ocupan el lugar de honor de la ciudad este año y que son de estas comisiones. Es decir, Amelia Ricart, Cristina Patricia Marcos, Deborah Pascual y Marta Tejero, además de a las falleras mayores, Consuelo Llobell y Carla García.

La insignia de oro fue concedida a las comisiones que celebran 50 años: Aras de Alpuente-Castell de Pop y Escalante-Marina.

El acto siempre tiene una notable presencia de la clase política, como fueron los ediles Sandra Gómez, Pilar Bernabé, Amparo Picó y Santiago Ballester, además de entidades vinculadas con los Poblats y la ciudad.

Al acabar el acto, en el discurso final, el presidente del colectivo, Pepe Pastor, dejó entrever que este año finaliza su mandato, pues sonó mucho a despedida. "Mi inicial y mayor inquietud era la unión y la perseverancia a conseguirla me mueve a buscar lo mejor para la entidad. Las personas, pero las entidades perduran. No es ahora mi momento", para rematar con un "hasta siempre". La interpertación despertó bastantes mensajes de solidaridad, reiterándose el "respero pero no comparto", empezando por la clase política. El tiempo dirá si la agrupación más numerosa, efectivamente, tiene que inicar una nueva etapa.