"Un premio que reconoce la labor de esas personas o entidades que han estado a la sombra de los grandes nombres de nuestra fiesta, sin cuyo esfuerzo, trabajo y dedicación no hubieran brillado como lo han hecho". Esta es la razón de ser del premio Tizona, que concede la falla José Maestre "El Cid". Si la espada fue la colaboradora necesaria del guerrero medieval, el galardón de la comisión persigue, precisamente, ese mismo fin.

Y en la edición de 2020, el galardón entregado por las falleras mayores de la comisión, Maria Martí y Paula Besantes, ha recaído en Ana Paula Moreno y Rosana Bernal. Que no son otras que las madres de las falleras mayores de València del pasado ejercicio, Marina Civera Moreno y Sara Larrazábal Bernal. Con ellas, la comisión de Olivereta quiso reconocer la labor de ambas en representación de todas aquellas progenitoras que, a lo largo de los años, han ayudado de forma decisiva a que sus hijas desempeñaran el cargo plenamente.

La ceremonia de entrega fue toda una sorpresa para ambas, guardada celosamente en secreto. De hecho, ambas acuideron pensando que el reclamo era que Sara, como fallera de Olivereta, era la presentadora del acto. Todo ello derivó, pues, en un momento especialmente emotivo. Por los recuerdos vividos.