La decisión del Ayuntamiento de Pamplona de suspender la celebración de los Sanfermines de este año no ha cambiado los planes del consistorio valenciano respecto a las Fallas de València, que tras su suspensión inicial debían celebrarse apenas una semana después. La decisión al respecto se tomará el 15 de junio, tal como se había pactado con el colectivo fallero, ya que, además, a un mes vista de las celebraciones es más fácil adoptar una decisión de ese calado, precisó ayer el alcalde de València, Joan Ribó, tras reunir a su gabinete de crisis.
Ya se venía anunciando que hasta después del verano no se podrían celebrar fiestas y eventos que supongan grandes concentraciones de personas. De continuar la liga de fútbol, por ejemplo, los partidos serían a puerta cerrada. Y ayer el Ayuntamiento de Pamplona aprobo por unanimidad de todos los grupos suspender la celebración de los Sanfermines, cuyo ciclo abarcaba desde el 6 al 14 de julio. El motivo estaba claro: la epidemia no estará totalmente controlada para entonces y la salud es lo primero.
Hecho ese anuncio, la siguiente pregunta es qué pasará, pues, con las Fallas de València, que se habían aplazado también al mes de julio, concretamente del 15 al 19 de julio, una semana después de los Sanfermines. Y a esa pregunta respondió ayer el alcalde de València tras la reunión de su gabinete de crisis. De momento no se tomará ninguna decisión al respecto. Todo sigue igual. La decisión de mantener las fechas de julio o hacer un nuevo aplazamiento se tomará el 15 de junio, tal como se acordó con el colectivo fallero, dijo Joan Ribó.
El alcalde recordó que en Pamplona no había una fecha para tomar esa decisión y que en València sí la hay, además de que siempre será más fácil, dijo, tomar una determinación a un mes vista de las celebraciones que con casi tres meses de antelación.
Ribó explicó que no tiene «capacidad de predecir el futuro» y opina que un mes es «un tiempo suficiente» para poder determinar si habrá celebraciones falleras o no en julio, como se planteó inicialmente tras su suspensión.
En este sentido, Ribó aseguró que «fue acertado» tomar ese criterio para finalmente decir si es posible esa fecha.
En el mundo fallero, de hecho, ya trabajan con la posibilidad, más que probable, de que las Fallas no se celebren tampoco en julio. Son muchas las voces que proponen ya los meses de septiembre y octubre para un nuevo aplazamiento. E incluso hay quien baraja la posibilidad de que este año no haya Fallas y se refuercen los monumentos del 2021 y 2022 para de esta manera salvar a los gremios más afectados por la cancelación de la fiesta.
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