La cancelación de las Fallas no habría sido tan problemática si no arrastrara un problema fundamental: la continuidad de los talleres de los artistas falleros. Aquellos que le dan razón de ser a la fiesta como tal. «Estaremos con todos los sectores económicos, pero podríamos hacer unas Fallas sin ponernos indumentaria, sin llevar flores, sin bailar en verbenas, sin comer y beber y sin disparar fuegos. Pero nunca habría Fallas si no tenemos fallas. Y quienes las hacen». Con ese argumento esgrimido por Carlos Galiana, las conversaciones de las últimas semanas estaban destinadas a generar los primeros pasos de un Plan Especial. Las conversaciones con los agentes de la fiesa se han desarrollado sin prisa con tal de tener unas líneas de trabajo. Y éstas pasan por garantizar la línea de ayudas a las comisiones con la condición de que éstas sigan apostando por el monumento.

Así, la línea sobre la que se trabaja es mantener la línea del 25 por ciento de subvención para 2021 y 2022 con la condición inicial de que las comisiones inviertan por lo menos el 75 por ciento de lo que lo han hecho en 2020. Dicho de otra forma, se acepta que habrá una bajada de censo y, por consiguiente, que no se podrá gastar lo mismo que este año. Pero que sí que se puede hacer un esfuerzo con el elemento fundamental.

A esto hay que añadir las líneas de subvención recibidas este año: el 25 por ciento habitual y el 37,5 aprobado recientemente y que se empezará a cobrar en breve. Unas subvenciones «que han servido a las comisiones para tener liquidez y pagar a sus proveedores».

Dentro de esta línea, València tendrá dos fallas municipales nuevas. Para quemar y, sobre todo, para retirar la mascarilla a la meditadora se buscaría, si las circunstancias lo permiten «un evento especial, que simbolice el final de la pesadilla» aseguró Galiana. Podría ser en Nochevieja. A la falla infantil también se le buscará una solución.

Además la Concejalía de Cultura Festiva reestructurará su presupuesto para dar apoyo al tejido empresarial y festivo en torno a la fiesta, así como al resto de fiestas de la ciudad.

Pero los talleres no sólo dependen de València. Por eso, Galiana apelo a la necesidad de colaboración de otras instituciones. Hoy mismo «el alcalde enviará una carta al Ministro de Cultura para que éste pueda concretar la voluntad de ayuda que mostró recientemente». Pero la ayuda es a muchas instancias, incluyendo «Generalitat, Diputaciones y los proyectos europeos para la Cultura, habida cuenta la importancia que tiene una fiesta que es Patrimonio de la Humanidad».

La Especial tiene pendiente si se ayuda a las que se quemaron

Las de Especial son las comisiones que más sufrieron con la cancelación de las Fallas, pues en su semana obtienen más ingresos que gastos. El presidente de la Federación, Rafa Mengó, reconoció que las ayudas recibidas hasta ahora «están bien, aunque a nosotros no nos palian todas las pérdidas». Queda pendiente un fleco: «reunirnos para ver si hay posibilidad de ayudar, mediante un peritaje objetivo, para que las tres fallas que se quemaron puedan tener un refuerzo para reconstruirse y poder plantar tal como eran».