El alcalde de València, Joan Ribó, se ha dirigido por carta al ministro de Cultura, el valenciano José Manuel Rodríguez Uribes, para pedirle un plan de apoyo específico a los colectivos que componen el sector fallero. Cumple así lo anunciado 24 horas antes, asegurando que la petición se haría inmediatamente.

Ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y ser «un motor económico de primer orden» son los pilares en los que se apoya la carta, en la que se destaca que la suspensión inicial «ya produjo un gran revés para todo el tejido empresarial y cultural de València donde más allá del impacto sentimental» y que ahora se corre el riesgo de que la epidemia «tenga un impacto irreversible a estos sectores artesanos».

Las ocasiones hay que aprovecharlas y como el miniistro, en su condición de valenciano, hizo un cumplido elogio de la fiesta, le traslada que «recoge su guante» cuando señaló que «entre todos» se debía trabajar en la línea de apoyar al sector y le comunica que le gustaría poder «concretar» ese apoyo del Gobierno

y le informa de que el consistorio ya predicó con el ejempo aportando dos millones y medio de euros de pronto pago a las cosmisiones.