Dos meses y medio después del último sacramento, la pila de San Vicente Ferrer ha vuelto a albergar un bautizo en la iglesia de San Esteban. Curiosamente no fue una recién nacida, sino una niña de corta edad, Carlota, la que ha protagonizado la recuperación de un rito que tiene un especial significado en esta parroquia, al ser oficiada en la misma piedra donde recibió las aguas Vicente Ferrer, el futuro santo predicador valenciano, y al que, todos los años acuden cientos de familias para sacramentar a aus hijos.

Para ella, la parroquia ha activado todos los protocolos sanitarios necesarios y que ha dictado el arzobispado tras la aparición de la pendemia por Coronavirus. El párroco Fernando Carlos Ros explicó a la agencia Avan que "en la celebración sólo pueden participar diez personas, incluyendo al sacerdote, y los familiares o amigos presentes deben llevar mascarilla y mantener la distancia".

El rito se aplica por fórmula abreviada. "El agua bautismal se ha extraido de la pila de san Vicente Ferrer y se ha derramado sobre la cabeza de la niña de forma que caiga en otra pila pequeña que hay al lado, para que no retorne al mismo sitio el agua utilizada, y en la unción del crisma se utiliza un bastoncillo de algodón de un solo uso, que se incineró al terminar la celebración".

A lo largo del tiempo de estado de alarma se han tenido que aplazar un centenar de bautizos desde que se celebró el último el 8 de marzo.

Durante el tiempo de confinamiento se produjo el triste hecho del fallecimiento del anterior titular de la iglesia, don Víctor Arias, el "párroco de los mil bautizos anuales". Fernando Carlos Ros anunció que "cuando las circunstancias lo permitan, celebraremos en San Esteban una misa funeral por don Víctor, con todos los feligreses y las entidades vinculadas a la parroquia" en recuerdo a quien regentó el tempo durante más de dos décadas.

Esta iglesia acogió en 1350 el bautizo del futuro San Vicente Ferrer, un hecho que se recrea todos los años el 22 de enero, festividad de San Vicente Mártir, a quien aquel debe su nombre de pila, con la participación de personajes de época. La tradición señala que la pila en la que, actualmente, se administra el sacramento, es la misma que en aquella ocasión.

Curiosamente, esa celebración sí que pudo haberse celebrado plenamente en 2020, por tener lugar antes de que llegara el estado de alarma. Pero la amenaza de lluvia (que no se materializó hasta la tarde) propició que el acto se celebrada, pero sin cabalgata previa por la calle de la paz.