Con la misma dotación presupuestaria de los dos últimos años y manteniendo la premisa de un jurado sin políticos, la concejalía de Cultura Festiva saca mañana a concurso las bases de las fallas municipales de 2021. Que se basarán en un debate evidente: aceptar la propuesta de José Ramón Espuig y Manolo Martín de reconstruir y enriquecer la falla municipal de 2020, lo que supondría que «Açó també passarà» resurgiría de sus particulares cenizas como símbolo de la recuperación de la fiesta y la sociedad, o considerar esta cuestión como superada y abrir un nuevo ciclo con una propuesta que vaya más allá de esa pervivencia. El concejal Carlos Galiana ya ha dejado clara cual es su preferencia (un proyecto nuevo) y la decisión dependerá de un jurado «técnico-creativo-fallero» tendrá que valorar, entre otros criterios, la sátira de la obra en conjunto, la claridad conceptual y la singularidad de la idea planteada, la integración de la obra en el espacio público en que tiene que instalarse, la calidad compositiva y espacial o la facilidad de recorrido, accesibilidad y relación visual desde el exterior. También se tendrá en cuenta un año más la adecuación de los materiales con que se construya la obra a la cremà más limpia y respetuosa posible con el medio ambiente, para minimizar la emisión de gases contaminantes derivados de materiales químicos de mala combustión, por lo cual se valorará el uso de materiales naturales, tanto en la construcción de estructuras y apoyos como en coberturas, preparaciones y acabados pictóricos. Además, también se evaluará el uso de recursos que favorezcan la interacción de la obra con el público. Habrá diez días hábiles para presentar los proyectos, sin fecha aún para su exposición oral.