Una representación de cuatro de las principales fiestas de la ciudad de València han sido invitadas a participar, en la tarde del próximo 9 de octubre, en la Entrada de Moros y Cristianos Ciutat de València que organiza Federació Valenciana de Moros i Cristiana y que, con carácter especial pasaría a tener como lema "Les Festes tornen al carrer".

Así lo ha aprobado la asamblea general de la Federación que, tras la reunión previa con el concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, han decidido extender la invitación para que, como preludio del desfile habitual, tomen parte en el mismo una "pequeña representación", de una cantidad aproximada de 30 personas en cada caso, de las Fallas, Semana Santa Marinera, San Vicente Ferrer y Corpus que disponen de elementos representativos dentro de su ámbito festivo que además, en el caso de las tres fiestas religiosas, van más allá del concepto procesional, que no "casaría" tanto en esta celebración.

Esto querría decir que cada una de ellas tendría una visibilidad si así lo desean. En las Fallas se piensa, por ejemplo, en sus embajadoras, falleras mayores de València y cortes de honor,y la "escola de tabal i dolçaina" de la Junta Central Fallera. La Semana Santa (posiblemente, el más complejo de engastar, aunque desde el primer momento se piensa en un desfile demostrativo) se piensa en alguno de sus elementos más reconocibles como granaderos y soldadesca romana. De San Vicente serían una selección de "xiquets del miracle" y la Honorable Clavariesa y un par de danzas del pregón del Corpus (normalmente, la Moma como la más identificativa y una infantil, como los "cavallets").

Este desfile sería el preludio del desfile de comparsas, que se pretende abreviar. De hecho, ya de por sí este año no hay capitanías y se asume que no todas las comparsas desfilarían con la cantidad de gente que lo hacen habitualmente.

¿De qué depende todo? Del futuro. La federación se ha fijado en otros ejemplos, como el de las fiestas patronales de Benidorm, que se irán decidiendo en función de cómo evolucione la crisis sanitaria por el covid-19. Aquí ocurrirá lo mismo: todo está condicionado a qué pasará cuando esté alboreando el otoño.

Lo que sí que está claro es que la fiesta sólo tendrá dos festejos: el mercado medieval (principal fuente de ingresos de la federación y en consonancia con la apertura que ya ha ofrecido Galiana a la venta no sedentaria) y el propio desfile. Se descarta el resto de actos (entrada infantil, alardo...) por evitar una preparación que podría irse al traste.

Si todo pudiere celebrarse -también habría que ver con qué público o qué separación entre ellos-, se perseguiría un festejo más breve de lo habitual, pero representativo y, sobre todo, como una forma de regresar a una cierta normalidad. Que sólo el destino dirá si puede llevarse a cabo. "Si el cielo se abre" como decían en la Federación.

Estos festejos formarán parte del programa que las instituciones puedan articular con motivo de la festividad de la Comunitat Valenciana. En el caso del Ayuntamiento, está todavía disponible tanto el busto de la meditadora como las "mascletaes" no disparadas en Fallas.

En el caso de las falleras mayores y cortes, será un acto especialmente anómalo, puesto que, en los últimos años, supone su última aparición en un acto público y en esta ocasión sería lo más parecido a una "reaparición" antes de continuar un año más en el cargo.