Para el concejal Galiana, la premisa es clara y así se la traslado a los representantes del colectivo de Especial: hay que iniciar una cierta normalidad. «El mundo fallero no puede estar parado. Es necesario que se ponga en marcha. Mientras se adopten todas las medidas de seguridad, hay que empezar a hacer cosas porque si no, se corre el riesgo de que la parálisis sea mucho peor». De hecho, la JCF ya tiene un programa amplio de inscripciones y actividades.

De cara a las fiestas de 2021, el ayuntamiento anunció que se trabaja en tres escenarios, A, B y C. El mejor de ellos sería la posibilidad de celebrar las fiestas en plenitud, con todas las garantías y libertades. En el plan B, muy cerca del momento actual, serían fallas con limitaciones, con acceso limitado a las demarcaciones y sin actos que puedan generar aglomeraciones incontrolables. Este escenario también es el más complejo porque estaría condicionado a la situación general en el país y en el extranjero; es decir, a si existiera la posibilidad de que acudieran turistas. El plan C no contempla mucho más allá de que las fallas estuvieran plantadas un par de días y prácticamente a puerta cerrada.

Aprobada la «Festa per a Tots»

La Federación de Especial, por ello, ha recibido el visto bueno para celebrar, ocupando una gran parte del Tinglado 2, su «Festa per a tots», en la que los expositores de las comisiones y elementos participantes (pirotecnia, música, etcétera) estarán ubicados con distancia entre sí. Será, si las cosas no empeoran, del 25 al 27 de septiembre.