La Junta Central Fallera ha informado del fallecimiento, a los 84 años de edad, de la fallera mayor de València de 1958, Sonia Amorós Lluch.

Sonia Amorós es conocida por ser la fallera mayor de las "Fallas de la Gratitud" o, de las "Fallas de la Riada"; es decir, las que se celebraron pocos meses después del desbordamiento del Turia en la ciudad.

Había sido fallera de Convento Jerusalén y, de hecho, es uno de esos casos, no habituales, de fallera mayor de València elegida por designación directa del alcalde pero que, anteriormente, ha sido fallera mayor de una comisión. En este caso lo había sido en Convento tres años antes.

A pesar de ese espíritu de agradecimiento con el que se revistió la fiesta ese año, su exaltación se convirtió en un ejercicio de reivindicación por la falta de apoyo del régimen en esa reconstrucción, algo que acabó costándole el cargo el propio alcalde, Tomás Trénor Azcárraga.

Las Fallas de 1958 se convirtieron en un acto de gratitud hacia el resto de España por la colaboración en la reconstrucción de la ciudad. Que quedó simbolizado tanto en la falla municipal, como en la corte de honor de Sonia, formada por una joven representando a cada una de las entonces regiones del resto del estado.

Esas fallas también fueron las de la polémica suscitada por el entonces arzobispo Marcelino Olaechea por su visión en contra de las fiestas de ese año, que coindicían con la cuaresma, llegando a sugerir que se trasladaran al 1 de marzo, fueta de San José Artesano, obteniendo la sórdida oposición de los falleros.