La Interagrupación de Fallas va a promover entre las comisiones que la componen una fórmula imaginativa para ayudar al sector de la indumentaria. Se trata de que cada comisión organice una rifa de un traje tradicional de hombre o mujer. De esta manera, se entraría en la idea de la dinamización del sector, puesto que, si lo hicieran todas las comisiones, se estaría hablando de más de trescientos cortes de tela, peinetas, delantales, zapatos, enaguas, manteletas y confecciones, etcétera.

Esta acción pretende ayudar a un sector que ha visto reducida su facturación de forma alarmante, tanto, que es uno de los más amenazado con el cierre de la actividad económica, basada fundamentalmente en pymes.

La rifa se piensa atendiendo a que alcanzar los mínimos recaudatorios se conseguirían con cierta suficiencia entre los falleros y falleras de la comisión, independientemente de que éstos ya tienen servidumbres en materia de juegos de azar (ya se está despachando la lotería de Navidad en muchas comisiones). Tradicionalmente, la rifa de elementos de indumentaria suele tener buena aceptación. La iniciativa está consensuada con el Gremio de Sastres y Modistas. No en vano, esta entidad lleva unos años regalando a la fallera mayor de València (y en ocasiones, también a la infantil) un traje, que se estrena en la Gala de la Cultura, y que supone también una promoción para cada uno de los proveedores.

La idea retoma, salvando algunas diferencias, algunas de las ideas plantadas al ayuntamiento como fórmula de subvención o dinamización del sector por parte de las empresas de indumentaria, que plantearon en su momento la realización de un traje especial a cada fallera mayor de comisión, conmemorativo de todo lo sucedido con motivo del parón de la fiesta.