Que la Junta Central Fallera planifica el ejercicio contando con que se van a celebrar todos los eventos (sea de la forma que sea) tiene su reflejo en su gestión económica de futuro. Y uno de los síntomas más indicativos de ello es su política de contratación: ya está en proceso de adjudicación uno de los grandes contratos del ejercicio, todas las comidas oficiales, que salían por un precio de 126.358 euros. Se trata de un «pack» muy goloso, especialmente para un sector, el de los espacios de restauración, tanto los caterings como los espacios muy castigado por la crisis y que ahora competía por unos eventos. Al convocarse este concurso se da por hecho, de partida, que se celebrarán o que, por lo menos, se quieren celebrar. Otra cosa es que luego puedan celebrarse. Los parámetros, de momento, son como si así fuera.

El proceso está cerrado y, actualmente, en evaluación. Nada menos que 30 eventos , privados y populares, que precisan de restauración. Tanto es así, que no queda ninguno de la agenda habitual por convocar. Están divididos en ocho lotes y las empresas podrán recibir como adjudicación un máximo de dos.

Esta convocatoria cuenta, pues, con todas las celebraciones desde diciembre de 2020 hasta final de 2021. No aparece en el pliego ninguna alusión al Covid ni a la posible cancelación de cada evento. Pero, obviamente, hay acontecimientos que son impensables, mirando la edición del pasado año, en las condiciones actuales. Por ejemplo, la Copa de Navidad, impensable para 500 personas en el Palacio de la Exposición. Habría que cambiar el lugar y la forma para poder llevarlo a cabo con ese mínimo, lógico por otra parte, de asistentes.

Los lotes incluyen, por ejemplo, la «xocolatà» para 2.500 personas con laque finaliza la «macrodespertà» y actos como las cenas posteriores a las proclamaciones y las exaltaciones de las nuevas falleras mayores de 2022 -entran dentro del periodo de esta licitación- y los tentempiés que se ofrecen en el descanso de las mismas, las Galas (Deporte, Pirotecnia, Artista Fallero...), la Cena de Navidad, las meriendas del jurado con las 73 candidatas, el tentempié a los invitados en el acto de la Fonteta, un servicio de mil botellas de agua para ese mismo acto, los actos de despedida de las falleras mayores y cortes de honor, la jornada de hermandad de la Junta Central Fallera (este año cancelada por el confinamiento), la comida del día de San José, comidas para cuerpos de voluntarios e invitados oficiales, así como un amplió abanico de comidas y cocktails que tienen lugar a lo largo del año.

A esta super-contratación hay que añadir otra ya resuelta: la elaboración de insignias, adjudicada a la firma Eurocebrián SL por 78.377 euros más iva, así como los correspondientes pergaminos, que realizará Signe SA por 31.473 euros más Iva. Son los «bunyols» del nuevo ejercicio, puesto que la interrupción de la fiesta no implica que los falleros no continúen sumando ejercicios, haciéndose pues acreedores a las distinciones, desde la de «coure» a la de «brillants». Estas últimas son de las que se entregan en un evento oficial.

Eurocebrián, que se define como una firma especialista precisamente en este tipo de productos, recibió la adjudicación, no exenta de polémica, de los estandartes del pasado ejercicio, gran parte de los cuales (los premios de Fallas), se han quedado sin entregar, obviamente porque no se plantaron y juzgaron las Fallas.

A estos concursos hay que añadir otros dos ya en evaluación: la elaboración de un nuevo traje para las 26 falleras mayores y cortes de honor (con precio de salida de 33.690 euros) y la escuela de tabal i dolçaina, con precio inicial de 23.140.

Barceló dice que sin vacuna no hay Fallas

«No es razonable. Sin una vacuna será imposible que se celebren fiestas como la Fallas, las Hogueras, los Moros y Cristianos y cualquier otra fiesta popular». La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha dado por hecho que sin una vacuna contra el coronavirus no se podrán celebrar. Unas manifestaciones que entran en una cierta contradicción precisamente con la tónica de las últimas semanas en la fiesta más activa, las Fallas, que está desarrollando sus primeros eventos. 


Tanto, que el edil Carlos Galiana le ha contestado a través de twitter asegurando que una mejor afirmación sería «celebrar las fallas tal y como las conocemos» en alusión a que la Junta Central Fallera cuenta con un Plan B, que incluiría los actos de forma restringida. Incluyendo un cambio especialmente en los actos masivos, que pasarían a descentralizarse o restringirse. 


Barceló se manifestó así ayer al ser preguntada si hay que hacerse a la idea de que todas las fiestas que están suspendidas hasta ahora, entre ellas las Fallas, van a seguir así. «En estos momentos, sí» aseguró.