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La fallera mayor de València, Consuelo Llobell, estrena 2021 con un reconocimiento poco o nada habitual: recibir un galardón no ya por ser quien es, sino por reconocer una conducta en la que interviene lo personal. Un galardón de una Agrupación de Fallas, de esos que muchas de ellas conceden por determinados méritos, pero que en este caso, se sale y no poco de "lo habitual" en las representantes de las fiestas. En este caso, ha sido la de Seu-Xerea-Mercat, que ha disociado sus tres barrios para conceder tres galardones a jucio de un jurado.

Consuelo se lleva el "Seu" con el que se reconoce "su aplomo en este año tan duro para el mundo fallero" y al hecho de que, con las fallas aplazadas, "se recompuso para retomar su actividad como sanitaria. Cambió de forma drástica la peineta y los moños por la bata y se puso en la primera línea del sector sanitario para, con su labor, ayudar en la lucha contra este virus que nos ha tenido en vilo todo el 2020. Ella, como símbolo del mundo fallero, sirve de ejemplo de los cientos de falleros que dieron el máximo de sí mismos durante los peores meses de pandemia y aun a día de hoy trabajan a diario buscando la luz al final del túnel".

Resulta pues llamativo que no es un premio "de oficio", de los que se le conceden a las falleras mayores por el hecho de ostentar el cargo. Es, además, un premio por jurado y sin contar siquiera con un factor que hubiese sido que se lo concediera su propia agrupacion. No es así: Consuelo es de la Agrupación Centro.

Aún a pesar de sus periódicas y forzosas ausencias de la primera fila -por la suspensión de la fiesta, por el parón de agosto o por el tiempo que estuvo en cuarentena-, Consuelo ha visto crecer su papel en la sociedad, especialmente desde su discurso posterior a la suspensión de la fiesta en la sede de la JCF que revalorizó su papel tras unos primeros cinco meses que no le fueron siempre fáciles. También fue relevante su entrevista concedida a Levante-EMV en el que fue el primer llamamiento a la sociedad fallera a no borrarse de los censos. Mientras, se incorporó al mercado laboral trabajando en un centro de atención primaria.

Consuelo Llobell: "Pido a los falleros que no se borre ninguno. La fiesta nos necesita"

La Agrupación también ha concedido el premio Xerea a la ONG Mamás en Acción, el cuerpo de voluntarias dedicadas a cuidar durante estancias prolongadas en hospitales de niños que no tienen padres o que no pueden vivir con ellos.

El premio Mercat ha ido a parar a la Asociación de Vendedores del Mercado Central de Valencia por el esfuerzo desarrrollado para mantener su filosofía de modernización en la oferta de servicios.

Como tantos otros galardones, la entrega de los mismos no tiene fecha todavía y habrá que esperar a una coyuntura propicia para poder celebrarlo.