El alcalde Joan Ribó se ha adelantado a la reunión de este viernes a la hora de confirmar lo que todas las instituciones saben pero aún no han dicho: que las Fallas 2021 tienen que aplazar su celebración un poco más y olvidarse de marzo. Ha reafirmado sus declaraciones de diciembre, que confirmaban a su vez la información adelantada por Levante-EMV, en el sentido de que la fiesta de las Fallas 2021 no será en marzo, salvo algún evento que permitan las circunstancias sanitarias y que tendrán que buscar una nueva ventana entre mayo y julio, seguramente más cerca de este último mes.
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Así lo ha confirmado en declaraciones a la Cadena Ser, en las que ha asegurado que "a este ayuntamiento le importa mucho que el mundo fallero continué su actividad y por eso queremos ayudarles. Es imprescindible para la ciudad y para todo el área metropolitana". Razón por la que aseguró que, en la reunión del pasado martes entre instituciones, con la generación de medidas de apoyo a sectores afectados, éste incluya de forma explícita el sector de las fiestas y especialmente "artistas falleros, carroceros, orfebres, indumentaristas... porque es fundamental ayudar a todo este mundo de las Fallas que, como se sabe, no podrá hacer normalmente su actividad en San José y tendremos que esperar a una situación más conveniente".
La fiesta se desarrollará en función a los parámetros sanitarios -en forma de nivel de inmunidad de rebaño- que mande la conselleria y la previsión inicial es considerar el mes de julio como en el que se plantarían y quemarían las Fallas e incluso no descartar los meses de septiembre y octubre, a donde se prevé que vayan a parar aquellas actividades que supongan la concentración máxima de personas; es decir, lo más parecido a la normalidad.
