Si no hay Fallas, no hay cuotas. No ya aplicar rebajas (como hacen algunas comisiones) ni seguir pagando la totalidad (como hacen otras comisiones). Cortar por lo sano y tarifa cero. Es lo que han aplicado algunas directivas para paliar la posible salida de falleros de sus filas ("Para no hacer nada y seguir pagando, me lo dejo"). Las que han podido, porque cada una es un mundo. Que aún con las fiestas hibernadas, sus asociaciones siguen teniendo ese apunte contable llamado "gastos fijos".

Sin embargo, si hay músculo financiero y voluntad, se pueden dar casos como el de la comisión de Poeta Llorente de Quart de Poblet, que hace apenas unos días informó a sus falleros en una comunicación que "la intención de la directiva de la Falla Poeta Llorente es la cancelación de las cuotas hasta que se confirme una nueva fecha para la celebración de las Fallas. Entendemos que si no podemos hacer ninguna de las actividades en nuestro casal ni tampoco celebrar las fiestas falleras a pie de calle no debemos cobrar a nuestra gente".

Prefieren perder capitalización que perder personas "y, a día de hoy, la mejor noticia es que nuestro censo es prácticamente el mismo que el año pasado". Esa parece la idea de la directiva que preside Sergio Valldecabres. Que se apoyan en dos argumentos. Uno, el del cierre de actividad. "Lo último que queremos es que nadie se contagie por bajar al casal. Éste se reabrirá cuando realmente podamos hacerlo con total seguridad. Por una cuestión de conciencia, por nuestas personas mayores". Y el otro, la caída de efectivos. "Lo último que también queremos es que nadie se quede atrás. No es el escenario que queremos, por supuesto, pero consideramos que es la medida más prudente". Y que el día que se levante la persiana "sea con toda la alegría del mundo: de no habernos contagiado en el casal y que seguimos siendo los mismos".

Poeta Llorente es una comisiòn de tipo medio-alto, con más de 350 falleros. "Desde el traslado de lugar en el que plantar, junto a la estacion de metro, hemos crecido mucho. La visibilidad nos ha permitido también trabajar mucho en la búsqueda de anunciantes". En actividades y en falla: han pasado del reino de las "séptimas" al de las "cuartas". Junto a la llamada "Gran Manzana". Carpa comodísima, portada de luz... "pero a base de hacer un buen dossier y de tocar muchas puertas". Ahora, con todo paralizado la cuenta de gastos se reduce a "alquiler y suministros", y éstos, en su mínima expresión. "Desde la suspensión se han hecho dos primeros pagos de diez euros, dentro de lo que teníamos previsto inicialmente, pensando en que podríamos llegar a tener fallas en marzo. Pero ahora preferimos congelarlo todo".

Desde la suspensión de las fallas el pasado mes de marzo, el casal prácticamente no se ha abierto. "La primera vez, la mesa estaba puesta". Se entregó la comida de los infantiles al ayuntamiento para distribuirlo entre personas necesitadas y, ahora mismo, todo queda a la espera de volver a levantar la persiana. Un día de éstos.