Blasco en el mundo de las Fallas es un apellido sin vuelta atrás. Sin dudarlo remites a estandartes, premios, placas. Recompensas a trabajos bien hechos. Y a banda de fallera mayor. De València y de comisiones. Cientos de falleras mayores de todos los barrios y prácticamente todas las que lo fueron de la ciudad en la época democrática guardan como tesoros los distintivos elaborados en Artesanía Llobe. Su fundador, Enrique Blasco, ha dicho adiós con 85 años. Enrique, "Blasco de Llobe", una de las grandes memorias de la fiesta, conocedor y relator de acontecimientos. Una rápida enfermedad priva de su vida, pero no de su recuerdo y, sobre todo, de su obra, que reposa en infinidad de aparadores, cajas de recuerdos, paredes y casales de la geografía de la Comunitat Valenciana.

Enrique Blasco creó Llobe a primeros de los ochenta como rápido proceso de reconversión desde un negocio de mecánica del automóvil. Lo que empezó aprovechando la pericia de su madre bordando y su propio conocimiento de la fiesta y del mundo del dibujo le puso en el lugar adecuado para un encargo que, en lugar de ser puntual, acabó generando un cambio de oficio que, a día de hoy, continúa pujante y con la continuidad que ha dado su hijo José. Un oficio extendido a innumerables juntas locales y todo tipo de fiestas y que tenían su máxima expresión los dias 16 y 17 con la entrega de premios de Fallas. En la que "los Blasco", junto con los miembros de la JCF, no sólo confreccionaban los estandartes, sino que aplicaban (aplicarán otra vez un día de estos), un sistema a base de hojas de cálculo y bastidores para entregar los galardones comisiones y horarios de forma eficaz. Un método que, en los primeros años, y sin telefonía móvil, tenía la ayuda de soldados voluntarios de transmisiones y que permitía que las comisiones desfilaran y recibieran el galardón de forma ininterrumpida.

Jubilado desde hacía mucho tiempo, a las ocho de la mañana levantaba la persiana porque donde estaba feliz era rodeado no ya de estandartes, bandas y placas, sino aprendiendo un poco cada minuto. Se podía tener más de ochenta años y aprender nuevos trucos de photoshop mientras ejercía de relaciones públicas. La visita de las falleras mayores de la falla tal o cual "para elegir sus bandas" formaba parte del ritual en no pocas comisiones porque entrar en el establecimiento de Arzobispo Fabián y Fuero era, es, hacerlo en un parque temático de la fiesta.

Fallero de Azcárraga-Fernando el Católico desde 1967, directivo de la misma, miembro de la Junta Central Fallera, reconocido en todos los ámbitos de la fiesta por su afabilidad y seriedad en el trabajo, Enrique Blasco, "Blasco de Llobe" deja en la historia de la fiesta una trayectoria de primer premio de todas las categorías. Ese que él mismo tantas veces bordó. En damasco.