Se venden siete fallas "listas para plantar"

Es lo más parecido a cuando se vende una casa «para entrar a vivir». Fallas preparadas completamente, a falta tan sólo de pintarlas, que si no se hace es «para que no se deteriore». Pero modeladas, armadas e incluso adaptadas, en el caso de las grandes, para añadirle más elementos si así se desea. Fallas «prêt-à-porter», originales y con hilos temáticos adaptables a la última hora. Y preparada para plantarlas en 2022. Es una de las alternativas más originales que se han planteado desde los talleres falleros en el convulso momento que atraviesan para seguir generando negocio o, en este caso, posible negocio.

Es idea de Jesús Liñana, el responsable de Fallas Hawa, una firma de reciente implantación, pero que lleva una trayectoria más que interesante, incluyendo ya una victoria en València. Un plan de empresa que está pensado para la coyuntura que viene: «no sé cuando quemaremos las fallas de 2020, pero yo, por ejemplo, calculo que para septiembre. Si así fuera, hay muchas comisiones, especialmente en los pueblos, que pueden encontrarse con la duda de qué hacer, cómo contratar de cara a ese 2022, que estaría a la vuelta de la esquina. Pues mi idea es decirles que la falla ya la tienen prácticamente hecha».

Son, en total, cinco fallas infantiles y dos grandes. Tenía la opción de cerrar y esperar o ir haciendo camino. «Mi taller siempre ha trabajado con tiempo. Tanto es así, que antes de las Fallas de 2020 ya estábamos trabajando para las de 2021». Y lo más importante: «el material lo tenía. El gasto principal ya estaba hecho. Me ha hecho falta el gotelé y poco más». Ni mano de obra «porque he reestructurado, iba a quedarme prácticamente sólo, incluso antes de la pandemia estaba ya pensado, y me lo he hecho todo». Ahora falta que haya comisiones que quieran. Sabe que, posiblemente, haya que esperar a ver cómo evolucionan las cosas. «Sé que es arriesgado, pero podía o pararme o seguir trabajando. Si sale bien, bien; si sale mal, pues habrá que esperar». Son fallas, además, de «temáticas abiertas, y construcciones ampliables».

El gran problema en los talleres falleros es que prácticamente la mitad de su trabajo está en el aire. Las comisiones de València sí que han firmado fallas para 2022. En su caso, por ejemplo, con la de Alberique-Héroe Romeu, así como la de Actor Mora -donde ganaron en su presentación en València en 2018-. Pero las poblaciones, sin estímulos ni subvenciones, tienen mucho más paralizado el mercado. Una verdadera catástrofe. «Pero llegará un día que las cosas vuelvan a la normalidad. Y en ese momento harán falta artistas y harán falta fallas. Si quemamos a mitad de año y sólo quedan seis meses para buscar artista, contratar y hacer... poder se puede hacer, pero también es un alivio saber que puedes contratar no sólo al artista, sino que el trabajo ya está prácticamente rematado».

La profesión de artista fallero atraviesa, por razones más que obvias, la mayor crisis de su historia, pues la pandemia ha empeorado una situación ya de por sí casi ruinosa previamente. Ante la que hacen falta soluciones. «Lo que hemos intentado a toda costa es evitar este bloqueo global que tenemos y avanzar».