Los hastags no cuestan dinero. Basta con cortar y pegar. Pero pueden ayudar a visibilizar algo. Incluyendo un problema grave. #salvemlaindumentaria y #tornarem pretenden viralizarse para hacer lo que Colegio del Arte Mayor de la Seda, Gremio de Sastres y Modistas y Asociación del Comercio de Indumentaria Valenciana consideran una obligación institucional para salvar el sector, uno de los más castigados por el parón de la pandemia. Consiste en llenar las redes sociales con los dos mensajes acompañado de la imagen de cada fallero vestido a usanza. Y también se ha preparado una acción por el que las falleras mayores de cada comisión puedan acudir al Museo de la Seda a fotografiarse en su patio y extender las imágenes con ese mensaje, que pervivirá hasta el 19 de marzo. Cuenta además para ello con la colaboración de todas las federaciones, agrupaciones e Interagrupación del mundo fallero.
Y es que una campaña institucional se ha echado de menos a efectos municipales. Un "consume indumentaria tradicional" que esperaban en los meses anteriores. A lo que hay que añadir lo que el portavoz José María Chiquillo recordaba: la obligación de todas las instituciones, desde la estatal a la municipal, de "garantizar la salvaguardia, promoción, transmisión y revitalización de las técnicas artesanales" por tratarse de un elemento que forma parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. A la vez que se pretende "trasladar a la sociedad civil valenciana y a esas administraciones cual es la dramática situación económica y laboral que atraviesa el sector de la indumentaria". Crisis que Irene Sancho, presidenta de la asociación Asciva, considera "altamente insuficiente", en relación a la subvención por el desfile de indumentaria de la pasada celebración del Patrimonio.
Esta acción es el siguiente paso después que, la pasada semana, los mismos protagonistas publicaran el estudio de impacto económico del sector y, en concreto, las pérdidas sufridas por el mismo, y traducidas en un desplome casi total.
Vicente Genovés aportó otro dato: la necesidad de "saber cuando se acaba el ejercicio" y, con ello, confirmar la designación de las nuevas falleras mayores de cada comisión, que considera necesarias para dinamizar el sector con la adquisición de nuevos trajes. Un tema, de todos modos, que continuará en el aire mientras no se pueda poner fecha a las "fallas entre comillas", necesarias para que las que ocupan la representación de las comisiones en 2020 y 2021 puedan ver justificado su esfuerzo económico en materia de indumentaria.
Genovés volvió a poner la atención en el peligro de "desaparecer, después de 600 años" en lo tocante a la elaboración de los tejidos. Porque "las ayudas que se han convocado, de momento, son limosnas". "Sabemos que son muchos los sectores afectados, pero aquí nos estamos jugando una historia y una tradición. Y una condición de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".
Fran Tochena, maestro mayor del Gremio de Sastes, pidió no ya poner una foto propia en la red, sino incluso hacerse una foto nueva. "Ver esa imagen por la calle, trajes en la calle, aunque sea por salud mental".
La imagen de la campaña es una obra de Paco Seoane, "Alma y pasión fallera". Pero donde quieren mostrar que la sensibilización se cosigue es "llenando redes sociales de imágenes". Y del hastag.
