Hasta que no esté vacunada la población no se planteará hacer fallas. «Y tratar esta cuestión antes de que suceda esto es darle vueltas». A pesar de que el mensaje, desde el primer momento, por parte del ayuntamiento, es que la decisión no la tomará el consistorio, sino que será cuando la Conselleria de Sanitat levante restricciones. Las Fallas, además, se celebrarán con diferentes parámetros en función a la incidencia que haya, aunque cualquier cálculo, incluyendo el más optimista, recuerda que serán unos festejos muy de barrio, sin grandes eventos. A cada nivel de incidencia se aplicará unas posibilidades. Aunque será fácil imaginar que actividades como las verbenas o la «mascletà» de la plaza serán de lo que más tarde en rescatarse.

Joan Ribó ha asegurado en ese sentido que la mejora de las cifras de coronavirus «ni acerca ni aleja» las celebraciones y que, descartado el primer semestre, «lo que acerca las fechas de una posible celebración es la vacunación masiva de la ciudadanía. Ese es el parámetro fundamental» para tomar una decisión. A la vez que mostraba su optimismo en que en ese segundo semestre pueda haber ese nivel de vacunación posible.

Ribó: «Hablaremos de Fallas cuando esté vacunada la mayoría de la población»

Mientras, la ciudad se prepara para un mes en el que no habrá fallas, pero sí vestigios. El siguiente paso es la campaña de la delegación de Turismo del ayuntamiento, que auspiciará el regreso de los ninots a las calles de València, pero no al aire libre, sino en forma de escaparatismo.

La acción, en la que intervienen la Confederación de Empresarios, las federaciones falleras, Interagrupación incluida, y Gremio de Artistas Falleros, permitirá, a partir del día 15 de marzo, que la «plantà» se haga en los comercios de la ciudad. Forma parte de la campaña «Mes Fallers que Mai», de Turismo y VisitValència.