Pasan los días y los tiempos se agotan. Las comisiones de falla contaban con haber podido abrir los casales para desarrollar los trámites burocráticos y la orden no llega. La impaciencia empieza a cundir porque es una petición formulada hace ya más de un mes.

Las comisiones habían recibido la promesa desde el miércoles de la pasada semana de que abrirían tal día como ayer, 8 de marzo. Sin embargo, tal como asegura el presidente de la Interagrupación, Guillermo Serrano, «el viernes por la mañana nos dijeron que sí, que lo iban a comunicar. Ha pasado el lunes y tampoco. Ahora parece que sí que va a llegar, pero creo que va llegando el momento porque las comisiones están nerviosas y con razón». ¿Por qué? «Porque hay gestiones para realizar. Por ejemplo, liquidar la lotería. Es que empieza a ser incómodo. Hay gente, fallero o no, que tienen pendiente cobrar lo que les corresponde. Y aunque el dinero esté garantizado, lo que ven es que el casal está cerrado. Y nos llaman la atención. No es bonito, no es una buena imagen, porque aunque expliques que te prohiben acceder, no tienen por qué entenderlo. Lo que ven es que la falla, que les debe dinero, no abre y sigue sin abrir». Además, las comisiones ya tienen la premisa de que han de completar el ejercicio, lo que supone hacer el cierre contable. Por no hablar de la elección de presidentes. A estas alturas ya hay plazos de candidaturas abiertos, pero que duermen en la nube de los ordenadores. También estará la cuestión de las subvenciones, tanto la que tiene que cobrarse ahora (el 30 por ciento del precio de la falla) como la ayuda directa a las comisiones, aprobada por el pleno municipal del pasado mes de enero, pero que a estas alturas aún no está convocada.

La orden de Sanidad supondrá volver a cerrar los casales entre el 15 y el 21 para evitar la tentación de organizar alguna fiesta. Serrano prefiere no polemizar. «Podría decir que la conducta de las comisiones está demostrada durante todos los meses anteriores. Estoy convencido de que no habría pasado nada, pero si produce tanto temor, aceptamos que estén cerradas. Pero que nos autoricen ya durante esta semana». El número de personas que pueden acceder sería, en teoría, las mismas que en otro tipo de locales; posiblemente cuatro. Pero de momento son cero. «Y lo haremos con el horario que nos digan. No tenemos problema. Pero necesitamos abrir la puerta».

«Hemos conseguido tener una buena entente con la administración y estamos demostrando compromiso. Vamos a seguir así porque es lo mejor para la fiesta», asegura el presidente de la Inter, «pero tienen que saber que entrar en los casales es una necesidad».

La imagen de los casales durante los últimos meses es ésta: persianas bajadas. Nada se desarrolla en su interior desde enero. Las comisiones reclaman ya que, dentro de la desescalada, se les permita entrar y no para realizar actividad social, que sigue estando prohibida, sino para poner en marcha las gestiones de un ejercicio contable que está a punto de finalizar. Arriba, casal de Archiduque Carlos-Chiva; a la derecha, Fernando el Católico-Ángel Guimerá.