La Interagrupación de Fallas ha expresado su hartazgo por lo que considera exceso de presión que sufre el colectivo a la hora de aplicarle restricciones. En lo tocante, fundamentalmente, a la imposibilidad de abrir los casales.

"Acaban de decirnos que se abrirán a partir del día 22, pero eso es llegar 22 días tarde" aseguraba el presidente del colectivo, Guillermo Serrano. Quien ha querido, de esta manera, exteriorizar el malestar "porque las Fallas son un colectivo cultural, que merece ser tratado como tal. Y que somos una parte importante de la ciudad. Después de haber demostrado repetidamente el ejemplar comportamiento desde el primer minuto". Fue contundente a la hora de personificar el malestar: "Nos consideramos injustamente tratados por la consellera, cuando hemos tenido buenas relaciones y buena entente con diferentes cargos de Sanidad".

No ha negado el presidente que se pueda exteriorizar el malestar "pero como expresión, que no deja de ser el sentimiento del mundo fallero. Pero "bajo ningún concepto reuniéndonos ni hacer ningún tipo de protesta presencial. Si hemos criticado otras concentraciones, ahora no podemos darle la vuelta al folio y hacerlas nosotros".

Serrano recordó que "todos sabemos cómo son las cosas: si aparece un brote en un casal, se sabría y bien sabido. Aquí habría ahora cuarenta periodistas. El comportamiento de los falleros se nos ha reconocido de forma verbal continuamente. Porque somos responsables y acatamos las órdenes. Por eso no entiendo que, en la práctica, se nos trata así. Y creo que el cabreo que existe, que es generalizado, es normal que exista".

El día 23, precisamente después de la apertura de los casales, la Inter tendrá "por primera vez", una reunión con la consellera.