Más allá de la rehabilitación y construcción de naves para la realización de fallas o como sede de trabajos artesanos complementarios, dos son los espacios que dan singularidad al proyecto "Ciutat de l'Artista Faller. Bases estratégicas para la recuperación y la transformación", encargado por Cultura Festiva y que es el primer estudio en profundidad sobre la situación del complejo de naves artesanas y la primera propuesta seria a la hora de encontrarle una solución, que no es otra que la reconversión en Distrito Cultural, Creativo y Artesano.

Un estudio que, hay que recordarlo, es eso: un estudio. Una aproximación para resolver un problema, pero que depende de mucho más que un informe de 78 páginas. Depende de decisiones políticas -recalificaciones y financiaciones- y de la capacidad para participar de la iniciativa privada.

El más importante de esos elementos singulares es la Gabia. Se trata de un edificio inteligente, proyectado en uno de los descampados que rodean los talleres (justo en la parcela donde ahora está el huerto urbano provisional de Espai Verd Benicalap).

Serviría como salón de exposiciones y actividades, centro de investigación, archivo, aulas-taller y sede de la Junta Central Fallera. Precisamente, el traslado de la sede fallera al barrio de Benicalap, dejando el edificio de Monteolivete exclusivamente como sede del Museo Fallero, es una idea que lleva pensándose prácticamente desde el cambio de gobierno municipal.

Y es que hay que recordar que a la solución a unos talleres que van perdiendo su singularidad se añade, al otro extremo de la ciudad, otro problema: el Museo Fallero (que actualmente no existe como tal, puesto que tan sólo es museo del ‘ninot indultat’, más unos pocos elementos añadidos) se está quedando pequeño simplemente con la adición anual de dos "ninots".

Independientemente de que hace ya mucho tiempo que la fiesta precisa un museo y centro de interpretación mucho más completo de lo que supone el actual. Y el edificio de Monteolivete, con su planta en forma de "C" y su estructura de celdas y salones ofrece numerosas alternativas para poder mostrar una verdadera visión global de la fiesta. Además de estar en la ruta turística de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y que está avalado de por sí por el elevado número de visitantes que recibe al año. (En este sentido el PP, por ejemplo, aboga por un Museo también de gran tamaño, pero en el centro de la ciudad).

La Gabia, abajo a la derecha, en la última fase del proyecto

En cualquiera de los casos, la Gabia forma parte de un complejo en el que se aventura que la Junta Central Fallera podría disponer de algunas de las necesidades precisas para poder recibir a sus componentes como son una buena conexión y facilidad para aparcar.

En este proyecto, la Gabia sirve como taller provisional para los artistas afectados por labores de rehabilitación durante los primeros años. Pero, una vez completado el complejo, tendría muchas más utilidades: espacio epara exposiciones, salón de actividades, centro de investigación y aulas-taller.

La Gabia está proyectada en el estudio donde ahora está el huerto efímero Espai Verd Benicalap

El otro espacio importante es l’Andana, concebido como «taller-laboratorio para el apoyo a la producción y la formación en tecnologÍa digital», un actualizador de artistas falleros a las últimas tecnologías y su aplicación tanto en realización de fallas como de otras artes aplicadas, factos éste considerado necesario para aprovechar las cualidades de los artistas.