Beatriz Aspas García pasa a ser, de esta esta semana, uno de los casos excepcionales, estadísiticas en la mano, en la que una fallera que ha pertenecido a la corte de honor, pasa a llevar la presidencia de la comisión y hacerlo en solitario.

Así se ha decidido en la falla Cuba-Puerto Rico donde, tras varios años de junta gestora, los miembros de la misma confirmaban su no continuidad, tal como habían anunciado previamente.

Beatriz Aspas había presentado su candidatura y fue elegida por unanimidad en la junta telemática, convirtiéndose además en la primera mujer de la comisión que gestionará la comisión en solitario, de la que fue fallera mayor infantil hace justo ahora viente años y fallera mayor en 2016. De ahí saltó a la corte de 2017, la de Raquel Alario.

La "falla de la Llum" se enfrenta a sus particulares retos, como es el de reestructurar su participación en las calles iluminadas, una actividad que está todavía por definir de cara al futuro, mientras no haya absoluta normalidad. Baste el ejemplo de que este año el ayuntamiento ha desconvocado la ayuda a iluminación artística, dejando claro que, aún en el caso de que haya un sucedáneo de fiesta en septiembre u octubre, no se incentivarán actividades que fomenten la nocturnidad, como sería la iluminación. Un escenario que se antoja cambiante y lleno todavía de incertidumbre de cara a marzo de 2022.

Aunque muchas de las falleras que han estado en los cargos representativos han accedido al mismo habiendo ocupado a su vez cargos en directivas, la presidencia se ha dado de forma ocasional en falleras que han estado en lo más alto de la fiesta durante lo que llevamos de siglo. Seguramente, el caso más curioso es el de Salamanca-Conde Altea, donde han coincidido, en una presidencia compartida, dos falleras de la corte: Elin Castillo (2005, que ha ejercido la presidencia durante varios años) y Laura Fabra (2018).

Otro caso curioso es el de Pepa Esbrí, la única de la historia de la fiesta que accedió a la corte de 2016 formando parte, en este caso de una presidencia compartida, la de Vall d'Albaida-Canal de Navarrés. O el de Pilar de la Guía, que es presidenta pero de la Casa de València en París.

Así mismo, no una cortesana, sino una fallera mayor de València, Gloria Martínez, acaba de finalizar un periodo de ocho ejercicios al frente de Blanquerías.

La más reciente en el tiempo es Ana Ebri, de la corte de 2019, que al acabar el ejercicio inacabado de 2020 asumió la presidencia compartida para 2021.

En la Junta Central Fallera ha habido también bastantes componentes de la corte (Virginia Giner, Yolanda Ferrer o, en la actualidad, Alejandra Compañ habiendo alcanzado la vicepresidencia Estefanía de Julio y la asesoría de presidente Susana Remohí. También Begoña de la Concepción, fallera mayor de València de 1983, ocupó la vicepresidencia. De 2004 llegaron a la JCF, al alimón, María Pastor y Bea Ramos, llegando a ser delegada. Y en la actualidad María Tomás ha estrenado la vicepresidencia después de haber sido también delegada).

Beatriz, durante la imposición de su banda. Antonio Cortés

Una imagen del Extra de Fallas de Levante-EMV Fernando Bustamante