"Gràcies per la valentía i per la teua estima a les Falles. Prompte, les disfrutarem juntes". Es el mensaje que ha escrito la fallera mayor de València 20-21 en la foto dedicada a las falleras mayores elegidas en 2021. Toda una declaración de intenciones tan excepcional como es todo lo que rodea a las Fallas en la actualidad y que, en pocas palabras, ha expresado el reconocimiento a esa misma excepcionalidad.

Es lo que le ha escrito, por ejemplo, a fallera mayor de Séneca-Yecla, Eva Vallés. Ya no se trata del habitual deseo de disfrutar de un buen reinado o similar. En esta ocasión, Consuelo añade el concepto "valentía" por haber asumido y estrenado el cargo de fallera mayor casi a ciegas, en un año que iba a estar lleno de incertidumbre.

El intercambio de fotos entre Consuelo Llobell y Eva Vallés, junto con el vicepresidente de Séneca-Yecla, Daniel Sánchez Parejo

Durante las sesiones de imposición de "bunyols de brillants", la fallera mayor está llevando a cabo unos intercambios de fotos excepcionales. Son esas falleras mayores que, no siéndolo en 2020, fueron nombradas para 2021. Es decir, no se les estaba renovando la condición la pasada primavera. No son, como Consuelo, "20-21", sino tan sólo, al menos de momento, "21". Aunque en alguno de los casos, como en el Barri la Figuera, ya se les ha confirmado la continuidad para 2022.

Se trata, en todos los casos adultos, de comisiones que no tenían fallera mayor en 2020. Consuelo apela a la "valentía" y a la "estima a les falles" por esa decisión de ocupar el cargo (con los desembolsos que supone), sin saber realmente qué tipo de reinado tendrían. Y que, finalmente, ha sido extroardinariamente limitado por las restricciones sufridas durante gran parte del ejercicio fallero. Apenas hubo una ventana, y ya de por sí restringida, durante la ventana que hubo entre la segunda y la tercera ola, en otoño y en las "fallas virtuales" de marzo.

De hecho, el propio nombramiento de Eva fue casi "de película", con una patrulla policial vigilando que no excediera en duración los 30 minutos que se les había concedido. Han sido reinados casi virtuales. Para los que el destino les debe algo mucho más justo.

La dedicatoria