"Lo recomiendo a todos. Es otra forma de conocer la Comunitat Valenciana y tenemos la suerte de tener unos picos espléndidos". La que fuera fallera mayor de València de 2018 y, desde hace dos años, concejala del Grupo Municipal Ciudadanos y diputada provincial, Rocío Gil, se ha convertido en una de las embajadoras del "trekking". La modalidad deportiva consistente en subir montañas por senderos más o menos escarpados. Este domingo ha añadido una nueva cima, la más ambiciosa hasta ahora: el Puig Campana.

"Es duro de verdad. Hay un momento que es casi de escalada y cuando crees que ya has llegado te das cuenta que aún te quedan 900 metros. Pero la satisfacción es enorme. Y las vistas son inigualables".

Quien quiere, puede. Rocío no ha hecho ostentación de habilidades deportivas, pero existen. "De pequeña jugaba a baloncesto y nunca he dejado de ir al gimnasio, he salido a correr, he hecho alguna 10k... cuando llegaron las restricciones de movilidad me planteé hacer deporte en casa y cuando empezaron a darnos más libertad empecé a hacer trekking". Cumbres y crestas han ido cayendo. "La Calderona me la he debido recorrer ya entera".

Rocío Gil, dándolo todo en la Pedrera, el tramo más complicado del Puig Campana

Cuando no había confinamiento perimetral subió la sierra y el pico de Espadán "y ahora ya me había planteado dos cumbres más altas: Puig Campana y Penyagolosa". La primera ya está cumplida "y antes de afrontar la otra haré el Mondúver". Una terapia "altamente recomendable". Aunque subir a la montaña que ocupa toda la línea de costa de Benidorm le costó "cinco horas y media para los 16 kilómetros". Y es que la subida con cuatro kilómetros de pendiente media del 25%. Y luego... hay que volver por una ruta más suave, pero mucho más larga hasta regresar a Finestrat.

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Desde que finalizó su ciclo de fallera mayor de València, Rocío Gil ha seguido manteniendo contacto con la fiesta y con su comisión, la Plaza de la Merced, que este año afronta uno de sus ejercicios más importantes con el 150 aniversario. Ahí cambiará las zapatillas por los zapatos forrados. Pero en plena forma.

En el vértice geodésico que marca la cima, a 1.406 metros.